FRATERNIDAD SACERDOTAL IESUS CARITAS ESTADOS UNIDOS
CARTA A LOS HERMANOS EN LA ASAMBLEA DE COLORADO SPRINGS 2014
Queridos hermanos de los Estados Unidos, paz y bien en el Señor Jesús.
Me uno a todos en este tiempo de Asamblea para reflexionar, orar y renovar el servicio a la fraternidad en la persona del responsable nacional. Gracias, Mark, que en estos seis años has ayudado a mantener la llama viva de la fraternidad con el consejo, y desde noviembre de 2012 formas parte del equipo internacional, elegido por mí. Seguiremos trabajando en equipo para servir en la medida de nuestras fuerzas y posibilidades; nos queda aún más de cuatro años, y ya sabes que esto no admite jubilación.
También me uno con mis condolencias a la fraternidad norteamericana por la muerte de Mons. Desmond DILLON, hermano querido para vosotros y que es seguro que estará en los brazos del Padre y platicando con el hermano Carlos acerca de lo humano y divino. Que estos hermanos mayores que nos van dejando sean semilla y tierra buena para la Iglesia y para la fraternidad. Es una gran riqueza humana para nuestras fraternidades los hermanos de edad avanzada; su experiencia de vida, de espiritualidad y de entrega son de un valor incalculable. De ellos debemos aprender la humildad y la sabiduría de una raza de pastores.
He leído con mucha atención el Boletín de Noticias, y los temas de reflexión para la Asamblea de Colorado Springs. Creo que es muy importante el trabajo de preparación como reflexión personal y en fraternidad. La responsabilidad la debemos compartir entre todos poniendo cada uno lo mejor de sí mismo, y un grupo que trabaja unido hace posible buenos resultados. Es cierto que en la fraternidad no tenemos que buscar hacer bonitas reflexiones o trabajos perfectos. Nadie nos va a evaluar: nosotros nos evaluamos a nosotros mismos en la preparación de la revisión de vida y en el desarrollo de la misma en el encuentro fraternal. Por eso es mucho más importante aún el tiempo de adoración, de poner ante Jesús con humildad, paz y realismo cómo somos, qué queremos, qué esperamos, cómo confiamos en Jesús, cómo nos ponemos en las manos del Padre haciendo de la Oración de Abandono una actitud que dura todo el día: cuando trabajamos, cuando tratamos con las personas, cuando celebramos la eucaristía. En el hermano Carlos de FOUCAULD tenemos esa actitud durante años, en sus sueños y realidades.
Os animo a “soñar la fraternidad”, como dice nuestro hermano Mariano PUGA. Soñar la fraternidad no es vivir de ilusiones ni hacer de nuestra pertenencia a la fraternidad un episodio de ciencia ficción. Muchos hermanos sacerdotes, de nuestras diócesis, necesitan nuestro acompañamiento, nuestro tiempo y atención. También cada uno de nosotros necesita todo eso. Nuestro camino espiritual está ligado al momento que como seres humanos vivimos. Soñar la fraternidad es ir más allá de una espiritualidad que nos ayuda a vivir el evangelio, a hacer oración, a ser cada día creyentes en Jesús y creyentes en una humanidad que en algunos países se desangra, se destruye a sí misma, y son siempre los pobres quienes sufren las consecuencias. Por eso la fraternidad no es un grupo espiritual, sino una pequeña comunidad de hermanos que se preocupan los unos por los otros y sienten el dolor y la alegría de la humanidad como los sentía Jesús, sin quedarse con los brazos cruzadas esperando que sean otros quienes solucionen los problemas.
La Iglesia nos necesita como necesitamos de la Iglesia para caminar con Jesús y construir el Reino. Os deseo que en esta Asamblea de Colorado Springs viváis con realismo y en ese clima de oración de hombres de Dios los desafíos de vuestra fraternidad. En 2015 celebramos, si es voluntad del Señor, la I Asamblea Panamericana. Vayamos haciendo camino.
Un gran abrazo y mi apoyo en la oración.
Aurelio SANZ BAEZA, hermano responsable
Perín, Cartagena, Murcia, España, 25 de julio de 2014,
solemnidad de Santiago Apóstol