Del lunes 18 al viernes 22 en la casa Villa Don Bosco en Unquillo, Córdoba, nos reunimos 13 sacerdotes de la Fraternidad para vivir nuestro retiro anual.
El paisaje invernal de las sierras, la calidez de la casa salesiana y la alegría del encuentro entre hermanos crearon el ambiente propicio para estos días de fraternidad, descanso y oración.
Nos acompañó en la reflexión la Hermanita Adriana, de la comunidad de Hermanitas de Jesús de Monte Grande. Fue muy valioso su aporte centrado en la vida de Jesús en Nazaret y la búsqueda de esta espiritualidad en el hermano Carlos. Nos aportó desde su ser mujer y desde su experiencia de vida inserta entre los pobres. Fue aún más rica la reflexión porque preparó las charlas con sus hermanas de comunidad y habló desde su propia búsqueda por vivir la espiritualidad de Nazaret.
La primer noche elegimos por votación al nuevo responsable nacional de la Fraternidad. Los nombres de los dos más votados fueron propuestos para una ultima votación. Finalmente resultó elegido Marco BUSTOS, de Córdoba, que aceptó cumplir esta misión con la ayuda de los demás para formar un equipo. Agradecemos a Daniel CABALLERO, que ha cumplido esta tarea en los últimos años y nos ha alentado a seguir creciendo como fraternidad en la Argentina.
El retiro giró entorno a parar y entrar a buscar la sabiduría, en un espacio de encuentro donde compartimos búsquedas, dudas y necesidades. Y fuimos buscando las fotos de lugares y experiencias como el de María con Isabel para encontrar el consejo y la confirmación de nuestra misión, todo bajo la clave de Nazaret como lugar oculto pero a la vez en medio del pueblo, como lugar de humanización, pero también de tensiones y conflictos. Y luego miramos a Jericó como el camino hacia nuestros sueños buscando a la vez el sueño que Dios tiene para nosotros. Y, por último, miramos Betania como el lugar donde está Jesús teniendo como amigos a los pobres. Además de las charlas que fueron profundas y muy movilizadoras, se enriqueció la reflexión con los aportes que cada uno compartía. Todos estábamos muy conformes y agradecidos con la Hermanita Adriana.
El segundo día comenzamos la revisión de vida en tres grupos. Fue muy especial porque aunque no nos conocíamos tanto y logramos una confianza grande para hablar de búsquedas personales. El tercer día vivimos nuestro día de desierto, con muy buen clima en las sierras, y luego compartimos lo rezado en la misa de la tarde. El cuarto día volvimos a la revisión de vida donde pudimos compartir lo vivido y dar una palabra rezada o una orientación cariñosa a las búsquedas de los otros hermanos. Fue muy reconfortante la experiencia.
Una noche charlando entre varios hermanos, pensamos que, además de este espacio de espiritualidad, podríamos tener más a fin de año: un encuentro para charlar sobre cómo vivir nuestra espiritualidad en medio de las exigencias pastorales y sociales de la realidad. Se planteó en la evaluación final del grupo y quedó como un tema a charlar entre todos, y ver si es posible realizarla.
Todos nos fuimos agradecidos a Dios, muy contentos con el retiro, por la hondura del tema y por lo sereno y fraterno del compartir nuestras vidas, las alegrías y luchas de nuestro ministerio que deseamos vivir en la espiritualidad del Hermano Carlos.
Néstor CRUZ GARCÍA (Nepi), fraternidad de San Isidro
PDF: Retiro de la fraternidad Iesus Caritas de Argentina, junio 2018