Michel LAFON. 1922-2023

“He buscado estar cerca de la gente, hablar su lengua, compartir sus alegrías y sus penas.”
P. Michel Lafon. 1922 – 2023

El pasado día 6 de enero, fiesta de la Epifanía del Señor y en plena celebración familiar del día de Reyes, nos telefonearon las Hermanitas de los Pobres de Burdeos, anunciándonos elfallecimiento del Padre Michel Lafon. Tenía 100 años y muy cercano a los 101.

El Padre Michel Lafon nació en Burdeos el 6 de febrero de 1922. Su familia se trasladó a vivir al Pas-de-Calais donde su padre trabajaba de minero. Fue ordenado en la diócesis de Arras en junio de 1946. Fue sacerdote de la Juventud Obrera Católica y de la Acción Católica Obrera, siendo nombrado más tarde profesor del Seminario Mayor.

1958 será el año del gran cambio en su vida personal y pastoral, pues marchará a Marruecos para reunirse con el Padre Albert Peyriguère que vive entre los bereberes de la aldea de El Kbab en el Atlas Medio y es uno de los primeros discípulos de Charles de Foucauld. Una encarnación sostenida en largas veladas de oración de adoración interrumpidas a menudo por la llamada a la puerta de gente necesitada. Vida escondida, sencilla, entre vecinos, compartiendo el día a día, ayudándoles en sus grandes necesidades: vestido, alimento, atención sanitaria, limosna si podía. Un vecino más. Nazaret. Como Jesús durante 30 años.

A los pocos meses de la estancia de Michel Lafon en El Kbab, el Padre Peyriguère, enferma gravemente y fallece el día 26 de abril de 1959 en el Hospital de Casablanca.

En ese momento el Padre Lafon se plantea su permanencia en El Kbab donde ya lleva nueve meses. La reflexión y la oración le llevarán a contemplar este lapso de tiempo como un proceso de gestación que dará a luz la decisión de permanecer en El Kbab y proseguir con la obra del padre Peyriguère.

Sin embargo, los tiempos han cambiado y el Padre Lafon, sin dejar de atender las necesidades más urgentes de sus vecinos y de gente llegada de otros lugares de la región, empieza a pensar en proyectos a largo plazo que mejores el destino de los más jóvenes. Y ese cambio de destino vendrá de la educación.

Con la ayuda de colaboradores y de voluntarios alquila y acondicina un edificio de planta baja en Meknes; una casa que justamente lleva el nombre premonitorio de Villa Mektoub, Villa Destino en árabe. Allí, atendidas por colaboradores, y con un pequeñísimo esfuerzo económico por parte de las familias, se alojarán las chicas que no pudiendo avanzar más en los estudios en El Kbab u otros pueblos cercanos, quieren seguir cursando los ciclos superiores. Más tarde, otra residencia será creada para chicos con la misma finalidad.

¿Pero qué hizo el Padre Lafon para convencer a las familias de dejar marchar hijos e hijas a residir y estudiar en Meknes o Kenitra? Pues yendo casa por casa; hablando con los padres; convenciéndoles de los beneficios de la educación para sus hijas y sus hijos.

No obstante, esto no hubiera sido posible sin el hecho fundamental de la auténtica encarnación de Michel Lafon entre aquellas gentes. Respetando y valorando su cultura y su religión, siendo uno más de ellos y convirtiéndose en un referente en el diálogo islamo-cristiano a la vez que gran divulgador de la espiritualidad foucauldiana como quedó patente en los funerales celebrados en la Hermanitas de los Pobres de Burdeos, el martes 10 de enero y presididos por el obispo Auxiliar Mons. Jean-Marie Le Vert.

El Padre Lafon permaneció durante 41 años en El Kbab. Durante este tiempo, además de su labor social, estudió, ordenó y difundió los escritos del Padre Albert Peyriguère de los que él era depositario. Viajó a menudo a Francia buscando colaboración para sus proyectos y pronunciando conferencias y dirigiendo retiros basados ​​también en la biografía y espiritualidad de Charles de Foucauld. Participó en las asambleas de la Familia Espiritual de Charles de Foucauld y mantuvo, mientras le fue posible, una hermosa amistad con los hermanos y hermanas de la Comunidad de Jesús. Para nosotros era consejero fiel, pero sobre todo amigo. Uno de nosotros.

En 1999 dio por cerrada la etapa de El Kbab y pasó a residir en las Hermanitas de los Pobres de Burdeos, siendo, cura de la residencia primero y asilado después hasta su fallecimiento.
A los funerales y entierro asistimos algunos hermanos de la Comunidad de Jesús que tuvimos la oportunidad de unir nuestro testimonio a los de la familia y, sobre todo, a los sentidos mensajes enviados desde Marruecos por aquellos chicos y chicas, ahora jubilados y abuelos en su mayor parte, que agradecían las oportunidades dadas por el Padre Michel Lafon y, sobre todo, su amistad y su respeto que sobrepasaban de largo las diferencias religiosas y culturales.

Antes de terminar este escrito, queremos compartir con los lectores nuestro testimonio y homenaje a Michel, amigo y hermano en Cristo.

TESTIMONIO DE LA COMUNIDAD DE JESÚS

Nuestra relación con Michel Lafon se inicia a finales de los años sesenta con la lectura del libro «Dejad que Cristo os conduzca” del padre Albert Peyriguère.

En estos años la Comunidad de Jesús, formada por laicos de varios estados de vida comienza su andadura.

Hacia finales de los años sesenta, nuestro fundador Pere Vilaplana y algunos de los primeros hermanos viajan a El Kbab para conocer el lugar donde vivió el padre Albert Peyriguère, y a su discípulo el padre Michel Lafon. A partir de ese momento será para nosotros el amigo y hermano Michel.

Se establece entre Michel y nosotros una gran corriente de amistad y comunión que se concreta con encuentros periódicos y en una correspondencia muy numerosa.
Michel se convierte en amigo y consejero. Siempre atento con nosotros. Como lo consideramos uno más le ofrecemos la pequeña cruz de madera que llevamos en nuestras celebraciones. Nunca la olvida cuando nos visita o cuando nosotros le visitamos en El Kbab.

En El Kbab y en otros lugares de Marruecos y de Francia nos presenta a sus amigos, musulmanes o cristianos. Conocemos a muchos y los recordamos con cariño a pesar del paso del tiempo.

Michel. Hombre de carácter fuerte pero atento a los pequeños detalles. Acogedor.

Con la colaboración de la Comunidad de Jesús las Publicaciones de la Abadía de Montserrat editan dos libros de los que es autor: «Viure evangèlicament», 1973, con prólogo de nuestro fundador y, en 1974, una biografía del Padre Peyriguère. Libros ambos de gran riqueza espiritual.

Michel nos acompaña y apoya la entrada de la Comunidad de Jesús en la Asociación Internacional Charles de Foucauld en la reunión de 1980 en Tre Fontane, Roma

Y nosotros le acompañamos en exposiciones y coloquios sobre Albert Peyriguère en Cataluña y Francia. Especialmente en el coloquio del centenario en Toulouse.

Poco antes de su partida de El Kbab Michel nos confió el numeroso archivo de Correspondencia, textos diversos y fotografías del Padre Peyriguère.

Hace unos años y atendiendo también a sus deseos, este importante fondo documental, lo depositamos en el Archivo de la espiritualidad de Charles de Foucauld en la diócesis de Viviers.

En la última etapa de su vida, ya instalado en esta casa le visitamos frecuentemente.

Recordemos que, en una de estas visitas, cuando todavía vivía en la casa del sacerdote encargado de la residencia, nos dijo: Pronto vendréis a visitarme al otro lado del jardín.

Gracias amigo y hermano Michel por tu vida tomada por Cristo.

Josep Calvet
Por el retrato. Joan Nin.
Comunitat de Jesús

Julio de 1979. Una de las visitas de hermanos de la Comunitat de Jesús al Padre Michel Lafon en El Kbab.

PDF: Michel LAFON. 1922-2023

Revista Horeb Ekumene Enero 2023

SUMARIO

  • EDITORIAL… (Pág. 3).
  • CALENDARIO… (Pág. 4-7)
  • ESPIRITUALIDAD EVANGÉLICA… (Pág. 8). (Julia Crespo).
  • ERNESTO CARDENAL…(Pág. 10). TESTIMONIO HERMANO… (Pág. 11) (Wollmer Uzcátegui).
  • PEDRO CASALDÁLIGA… (Pág. 12). HERMANO CARLOS… (Pág. 14).
  • THOMAS MERTON… (Pág. 16).
  • POEMA… (Pág. 17). (Madeleine Delbrel).
  • ORACIONES… (Pág. 18)

PDF: Horeb Enero 2023

Carta de Navidad 2022 de nuestro hermano Eric

LA VISITA DE MARÍA A ISABEL
CARTA DE NAVIDAD A LOS HERMANOS DE TODO EL MUNDO

«Por lo tanto, el Señor mismo les dará una señal: la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamará Emmanuel» (Isaías 7:14).

«No es necesario enseñar a otros, curarlos o mejorarlos; Sólo es necesario vivir entre ellos, compartiendo la condición humana y estando presente entre ellos con amor». (Hno. Carlos de Foucauld)

¡¡¡Queridos hermanos, los saludo a todos con gran alegría y paz, llena de esperanza, del Emmanuel!!!

¿Cómo estás? ¿Qué realidades y preocupaciones tienes en estos días? ¿Estás irradiando el mensaje de Navidad a las personas que te rodean: tus hermanos sacerdotes, tu obispo, los marginados de tu parroquia, tus vecinos más cercanos? ¿Estás prestando atención a tu salud física, mental, emocional y espiritual mientras realizas múltiples tareas en el trabajo ministerial? ¿Qué espacios estás creando en tu comunidad para que el Emmanuel entre en sus vidas? ¿Qué invitaciones del Espíritu están respondiendo para que puedan caminar juntos como comunidad sinodal? ¿Y cómo la vida y el carisma de nuestro querido hermano Carlos está marcando una diferencia en la forma en que vives tu llamada y en la calidad de tu respuesta a estas invitaciones? Estas son grandes preguntas que deseo contemplar con ustedes. Dejemos que nuestra vida en fraternidad y nuestro trabajo misionero se profundicen con las preguntas que tenemos.

Qué alegría escribirte una carta en este tiempo de Navidad. Más que una mera tradición en la Fraternidad, les escribo con el corazón de un hermano que anhela estar en comunión con ustedes y que tiene una gran admiración por toda su creatividad, fidelidad, trabajo duro y pasión por Jesús y el Evangelio siguiendo las huellas del hermano Carlos. Tengo presente sus historias y rostros, la de aquellos a quienes he conocido en persona y las de aquellos de ustedes de quienes he escuchado vivir Nazaret en las periferias. (Mientras escribo esta carta, me hablan del fallecimiento de dos hermanos mayores, Álvaro González de Chile y Antonino de las fraternidades de Madrid. Mientras lloramos sus pérdidas, igualmente nos regocijamos por dos de nuestros hermanos que regresan a la casa del Padre como fieles discípulos de Jesús. Que ahora disfruten de paz eterna).

NAVIDAD ES UN KAIROS

La Navidad es un «momento Kairós», el momento más apropiado para dar una mirada larga y amorosa con nuevos ojos a toda la creación en diferentes niveles y formas -la comunidad humana, la ecología natural, la política, la economía, la cultura, la religión, las relaciones sociales-, a la luz del plan amoroso del Creador. A través del misterio del Dios encarnado, toda la creación, incluida la ecología natural, se transforma radicalmente como un lugar de encuentro con Dios. Los que solían ser opuestos radicales a los ojos del mundo ahora han creado puentes y están restaurados a su configuración original en el diseño de Dios. Todo ahora está en Dios. Todo pertenece a Dios. Después de todo, es un universo inclusivo.

Pero el mundo parece no estar listo para este Dios. Se insiste en un mundo donde Dios es superado y la humanidad crea un ídolo del yo, con puntos de vista, suposiciones e ideologías egoístas, autorreferenciales y delirantes. Esto se hizo prominente durante la pandemia. En la forma en que nos consideramos a nosotros mismos en relación con el otro, ya sea dentro de la familia, la comunidad parroquial o entre las naciones, usamos las máscaras de la desconfianza y el engaño ocultando la mentira de que el ego es el punto de referencia y el otro una entidad desechable. Con el mercado globalizado, todo se ha mercantilizado. A pesar de los beneficios de la tecnología y las redes sociales, éstos se han convertido en «fieles servidores» del mercado. Los pobres, incluida la Madre Tierra como un nuevo pobre, están pidiendo ayuda. El poder, la autoridad y la riqueza podrían usarse para restaurar, rehabilitar, servir y cuidar, pero parece que la codicia, la apatía y la indiferencia han ganado la partida. Ciegan la mente y adormecen el corazón para asumir responsabilidades. Entonces, es un mundo oscuro después de todo.

Precisamente, este era el espíritu de la Navidad original: el mundo no estaba listo (no hay espacio en la posada) así es que el Emmanuel tuvo que nacer en la periferia, en la noche muerta, tranquila, sin diversión. Esta es la sabiduría de la invitación del Papa Francisco para que vayamos a las periferias y encontremos a Dios allí. Solo necesitamos pedirle al Espíritu que nos dé nuevos ojos para captar las señales, por muy ordinarias e insignificantes que pueden ser, pero que son dones de Dios que nos guían a una nueva luz. En nuestras lecturas de las Escrituras en la Misa, hemos estado escuchando historias de personalidades insignificantes como los caminos del Emmanuel. Todos parecen estar enfrentando dilemas morales: en su esterilidad, ¿dónde está la luz? Al seguir su propio plan, ¿dónde está el plan divino? En su soledad, impotencia, miedo, vergüenza, ¿dónde está la salida? Precisamente, en estos mismos momentos, Dios decide venir y vivir entre nosotros.

LOS PEQUEÑOS CAMINOS DEL EMMANUEL.

El único camino que el Emmanuel eligió para venir al mundo parece ser el de la gente común de las periferias, que enfrentan realidades de sufrimiento y dolor y que luchan por hacer una elección fundamental, entre la esperanza y la desesperación, entre la violencia y la paz, entre la oscuridad y la luz, por Dios o contra Él. El Espíritu a través de un ángel tiene que cubrirlos para liberarlos de todo lo que los hace no libres para que puedan someterse libremente al plan divino que es más grande. Cuando en nuestras vidas y ministerios, elegimos colaborar con otros en vez de ser autosuficientes, escuchar al otro más que hablar de nosotros mismos, cuidar a otros en vez de encapsularnos a nosotros mismos en nuestra propia comodidad, comprender al otro pacientemente en lugar de insistir en que seamos comprendidos, servir en lugar de ser servidos, nos convertimos en pequeños caminos del Emmanuel presente en nuestro mundo; un momento, una persona a la vez. Lo nuestro es poco y pequeño, una elección diaria que hacer, pero precisamente se convierte en el camino sagrado del Emmanuel cuando lo hacemos muy bien. El hermano Charles es nuestro icono de esperanza. El Papa Francisco lo ha reconocido en Fratelli Tutti como nuestro camino hacia el diálogo y la fraternidad universal. Lo nuestro es hacer nuestra práctica diaria y mensual de la espiritualidad con resolución y acción decidida para que nos convirtamos en signos gozosos del Emmanuel en nuestro mundo de hoy.

Así que, regocíjense, queridos hermanos, la Navidad es, después de todo, un tiempo de buenas nuevas y esperanza.

Aquí hay un camino para nosotros para que podamos profundizar nuestra práctica y devoción al Hno. Carlos, especialmente ahora que su vida y carisma han sido reconocidos por la Iglesia universal. Después de la canonización, recibí del dicasterio 20 reliquias del Hno. Carlos a través del obispo John MacWilliams del Sahara. Estas reliquias están disponibles para nosotros. Nosotros, desde el equipo internacional, deseamos llevárselas por mano después de que hayan escrito una carta de solicitud dirigida a ericlozada@yahoo.com. Se les entregará por orden de llegada. El único requisito es que ustedes organicen una devoción pública a su honor, especialmente en seminarios y parroquias que llevan el nombre del Hno. Carlos. Muchas gracias.

Que el Emmanuel nos capacite para captar los signos de nuestro tiempo, escuchar sus invitaciones en oración y discernimiento y actuar sobre ellos en colaboración con el pueblo de Dios como caminos para que el Emmanuel se haga presente en nuestro mundo de hoy.

Con mi amor y abrazo fraterno.

Eric, su hermano-siervo.

Navidad 2022

PDF: Carta de Navidad 2022 de nuestro hermano Eric