en medio de este Tiempo de Pascua, con la alegría de Jesús resucitado, y sin dejar aparte la preocupación por el ser humano que sufre en tantos lugares de nuestro mundo, cerca o lejos de nosotros, quizá a nuestro lado -los inmigrantes, los cristianos perseguidos, los desplazados por guerras, las personas tratadas como animales, los niños soldado- personas como nosotros que viven en otro país distinto, o en una situación social, familiar o laboral con sus Derechos Humanos reducidos a una pura teoría, por causas que todos conocemos, el mensaje de la Pascua nos pone en nuestro lugar y nos abre los ojos. Ese joven vestido de blanco que en el sepulcro preparado para Jesús le dice a las mujeres que Jesús ha resucitado, que no vengan a embalsamarlo, que vayan y anuncien que está vivo, ese joven es cada uno de nosotros, y es nuestra responsabilidad decir con nuestras vidas de hermanos que Jesús vive, y que no hay losa que lo pueda tapar -la codicia, la envidia, el odio, los fundamentalismos- y que no es necesario seguir embalsamándolo con formas religiosas que nada tienen que ver con el Evangelio, reducido a un icono al que se le da culto, pero que no se ama. Jesucristo, Hijo del Padre, hermano nuestro, Dios en la Tierra, nos fortalece hoy con su luz y nos envía a ser presbíteros, servidores de la gente, de los más pequeños especialmente y de los humildes, no como profesionales de una religión -los señores del templo o amos del cortijo religioso (resort, condominio, golf club -en cada país tendría una forma diferente-), que se refugian en las ceremonias- y se quedan cómodos en sus estructuras y formas de poder. Nuestro papa Francisco comienza su bula Misericordia Vultus diciendo que Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre, y más adelante, que estamos llamados a vivir de misericordia porque a nosotros en primer lugar se nos ha aplicado la misericordia. Este Año Jubilar anunciado por Francisco es una gran noticia en esta Pascua y una llamada a ser misericordiosos. Pero, qué difícil y complicado es practicar la misericordia con quienes no la practican, y ahí es donde tenemos un desafío para nuestras vidas.
Sería bueno iniciar en su momento el Año Jubilar de la Misericordia haciendo en nuestras fraternidades una revisión de vida planteada desde las realidades de cada país y del contexto global de nuestro mundo. Más adelante podremos ofrecer algunas pistas.
En la primera semana de Pascua hemos vivido la asamblea de la Familia de Carlos de FOUCAULD en Castelfranco, Italia, trabajando los delegados y responsables de las fraternidades en un ambiente de fraternidad que nos han dado las Discúpulas del Evangelio en su fraternidad central, sientiéndonos en casa, acompañados de una manera sencilla por estas jóvenes hermanas que son pura alegría. Gracias a ellas y al equipo formado por Marianne, Anne Marie, Antonella y Josep, hemos trabajado el tema de Carlos de FOUCAULD, el orante, el trabajador, las llamadas para nuestras fraternidades, compartiendo lo que vivimos. Pusimos en común todo lo expresado en el cuestionario de preparación. Podéis ver el resumen de nuestra fraternidad sacerdotal en la página www.iesuscaritas.org Es importante resaltar todo lo trabajado entorno al centenario del hermano Carlos, recogiendo las iniciativas de las diferentes fraternidades y países. Está muy claro que queremos celebrar el evento con la sencillez de personas del evangelio y con el estilo de Nazaret, sin triunfalismos.
Nuestra próxima reunión será en Aquisgrán, Alemania, en la primera semana de Pascua de 2017. El nuevo equipo de preparación está formado por Marianne, secretaria, Armelle (hermanita del Evangelio), Antonella (discípula del Evangelio) y Claudio (fraternidad secular)
Para mí fue una gran alegría encontrarme de nuevo en Castelfranco con Secondo MARTIN, responsable de Italia, en la jornada de puestas abiertas, y con Giannantonio ALLEGRI, a quien abrazaba por primera vez. Su testimonio y derroche de paz me ayudó a sentirme liberado yo también de secuestros, apegos y dependencias, y llamado a perdonar una y otra vez a quienes me pueden hacer daño. Este hermano nos regala su Nazaret de vida, de corazón y de unas manos abiertas a mostrar la misericordia de Dios en situaciones difíciles de imaginar. En su corazón conviven sus secuestradores y su libertad.
Otra buena noticia en esta Pascua es la próxima beatificación de Óscar Arnulfo ROMERO -san Romero de América-. Su sangre derramada por la causa de Jesús es otra llamada a nuestra Iglesia universal a valorar la entrega generosa de hombres y mujeres que, como monseñor ROMERO, lo dieron todo por su pueblo. Este pastor nos enseña a ser pastores al estilo de Jesús, sin huir del peligro que supone estar comprometido con los más pobres. Él no tuvo miedo del peligro y, como Jesús, dio la cara por los demás, sin calcular las consecuencias. Felicidades especialmente a nuestras fraternidades de América Latina.
Nuestro hermano Carlos nos da en estas semanas, siendo testigos de cambios en el mundo, de conflictos sin resolver, de nuevas formas de esclavitud, la posibilidad desde Nazaret de comprender mejor a las personas cuyas vidas se hacen problema cuando lo pierden todo, sea por accidente, atentado, catástrofe natural, guerra, pobreza extrema, enfermedad… ¿Cómo comprender a la gente que sufre? ¿Cómo comprender a Dios? ¿Es un problema de nuestra razón o de nuestro corazón? ¿Cómo encajó en su vida el hermano Carlos todo esto que él vivió y cómo, con el Evangelio en la mano, estamos llamados a compartir y ayudar? Para muchas personas la vida ha perdido su sentido; la esperanza y la misericordia son el pan que a diario tenemos que repartir y esto es un ejercicio de conversión de nuestro corazón, de fe y de un espacio contemplativo que nos pone junto a la cruz de Jesús y dentro también de su sepulcro, para anunciar que está vivo, sin miedos y con alegría, con la losa a un lado y la puerta bien abierta. Compartir el dolor y la alegría es un signo de encarnación.
En julio celebraremos el Mes de Nazaret de Asia, en Myanmar, y en noviembre, en Marsanne, Francia. También en julio, el encuentro en Viviers de sacerdotes en relación con el Islam. Estos eventos están anunciados en nuestra página www.iesuscaritas.org y desde el equipo internacional os animamos a participar, o a orar por los hermanos, poniendo en las manos del Señor estos encuentros de fraternidad, haciendo de todos la fraternidad universal. No debemos quedamos sólo en nuestros pequeños grupos de las fraternidades locales o de cada país: hay muchos hermanos más de otras lenguas y etnias que viven el carisma de Carlos de FOUCAULD como presbíteros diocesanos. Cuando compartimos todo esto, no como una etiqueta de marca, o como grupo espiritual, vivimos la fraternidad universal, y nos acercamos más al modelo de Jesús, al de una Iglesia samaritana, que se baja de su cabalgadura y atiende a quien lo necesita, sin dar un rodeo ni mirar para otro lado.
Para finalizar, gracias por hacerme saber cualquier evento en vuestras fraternidades (retiros, Mes de Nazaret, asambleas) para anunciarlo en la AGENDA de la página. Muchas gracias a todos y a cada uno.
Con la alegría pascual, que se esparce como el agua que echamos en nuestros templos a los hermanos y hermanas en las celebraciones, mi abrazo sincero y fraterno proclamando a Jesús resucitado.
Aurelio SANZ BAEZA, hermano responsable
Perín, Cartagena, Murcia, España, 23 de abril de 2015