octubre 2015
Queridos hermanos y hermanas,
gracias por la acogida que me habéis dado en todo momento y en todo lugar, en Montréal y en Québec. Me he encontrado con una fraternidad viva de hermanos que se quieren y se apoyan, con la edad que tienen, pero con un espíritu de Nazaret realista y comprometido. Muchas gracias. Donald CLICHE ha hecho de mi hermano mayor y me ha cuidado “como a un nuncio”; su casa en Cap Rouge, en Québec, rodeada de ardillas, me ha dado la oportunidad de contemplar y gozar con la naturaleza, así como el paseo el último día por los bosques de arces en pleno otoño.
Fue un regalo de Dios encontrar a Guy BOUILLÉ, el 3 de octubre en la mañana, en cuidados paliativos del hospital, en Montréal, y bendecir y dejarme bendecir por él, desde su silencio, junto a Laurent RAVENDA y Jean-Pierre LANGLOIS. En pocas horas se encontraba ya con el Señor haciendo fraternidad en la Casa del Padre con tantos hermanos que nos dejaron; yo creo que el abrazo más fuerte lo recibió de Jacques LECLERC, su amigo y gran hermano.
He gozado con las realidades humanas, esperanzas, encuentros, con cada hermano, con la fraternidad secular compuesta mayoritariamente por agentes de pastoral -gracias a Ciro, responsable de esta fraternidad-, en el COPAM de Montreal, compartiendo el momento presente de cada persona, de cada historia, tocada por la mano del Señor, que nos conduce a veces por donde no queremos, pero que cuida de todos.
Buen encuentro también con la fraternidad de jóvenes cristianos que anima Ciro, con ese espíritu de acompañante y animador, un grupo compuesto en su mayoría por inmigrantes, abiertos a la llamada de Jesús en sus vidas en construcción, con un futuro y una alegría que pide un mundo nuevo. La cena y oración comunitaria, en relación al evangelio del domingo, me recordó a un Jesús que une a sus discípulos instruyéndolos para construir el Reino, con profundidad, a pesar de las superficialidades a las que nos invita un sistema cómodo y rico de Primer Mundo.
Otro regalo inesperado, pero que me llenó de alegría y emoción, fue encontrar a la hermana Gilberte, de las hermanas de Notre Dame de Montréal, que estuvo secuestrada el año pasado por Boko Haram en el norte de Camerún, junto a Gianantonio ALLEGRI, de nuestra fraternidad italiana, y Giampaolo MARTA, ambos misioneros de la diócesis de Vicenza. Yvonne, agente de pastoral, me llevó a la Maison de Prière de Notre Dame, en Longueil, y para mí fue algo emocionante abrazar a esta mujer del Evangelio, escuchar su testimonio del amor de Dios vivido en sus 51 días de secuestro con Gianantonio y Gian Paolo y descubrir de nuevo a un hermano Carlos real, no idealizado, en la nada, en donde no brillan nuestras velas del templo o las imágenes religiosas a las que damos culto.
Estar un poco de tiempo con Guy y con Gilberte han sido los momentos más impresionantes de mi estancia con las fraternidades de Québec – Acadie, y le doy gracias al Señor desde la pobreza de mi corazón.
Nuestro encuentro regional de fraternidad el 4 y 5 de octubre, en Québec, con hermanos y laicas agentes de pastoral, unidas a la fraternidad, ha sido encontrar a hermanos con un espíritu de servicio admirable, con unos testimonios y alegría de vivir que me han fortalecido en la esperanza de una Iglesia como el papa Francisco quiere. El trío responsable anterior, compuesto por Donald CLICHE -responsable regional-, Benoît HINS y Richard WALLOT, dio paso a Gilles BARIL, nuevo responsable, que formará equipo con Jean-Claude DEMEURS, gran especialista en comunicación, una agente de pastoral y dos hermanos más que él elegirá. Gracias a todos por el servicio a la fraternidad. El trío anterior hizo un buen informe de su gestión y de la vida de las fraternidades, y flotaba en el ambiente un espíritu de hermanos que, como seres humanos y hombres de Dios, son una riqueza para las iglesias locales. El diálogo, la adoración, la eucaristía, los momentos de compartir fraternal, han sido un auténtico encuentro de fe.
Como decisiones y propuestas inmediatas resalto la preparación del próximo Mes de Nazaret en enero y la participación en la Primera Asamblea Panamericana en Cuernavaca, México, en febrero. Gilles y Donald representarán a la región de Québec – Acadie.
Acompañé a Donald en Québec visitando a René TESSIER, hermano de la fraternidad, responsable de comunicación pastoral de la diócesis, y a Gaetan PROULX, obispo auxiliar, y Marc PELCHAT, vicario general, de nuestra fraternidad, quienes nos invitaron a almorzar. Y fue un gozo también reunirnos en el seminario mayor con la fraternidad compuesta por Pierre GAUDETTE, Jacques GOURDE, Roger LABBÉ y Marc BOUCHARD, hermanos con una trayectoria importante en su servicio eclesial, a la gente más humilde y a la fraternidad. Gracias por vuestros testimonios.
Por todo esto, por lo vivido, lo compartido, por las llamadas desde el carisma de Carlos de FOUCAULD, con su mensaje de fraternidad universal tan vigente en nuestra Iglesia actual, tan apreciado por el papa Francisco, gracias, hermanos, y gracias a Dios por ser testigo durante unos días de vuestra vida de fraternidad.
Agradezco también a Laurent el espacio para la adoración que ofreció, y en el que comprendí que la espiritualidad va más allá de rezar, de adorar, de contemplar, de participar con otras personas en las celebraciones. Espiritualidad es el buen espíritu de amor, de alegría, de solidaridad, de respeto, de estar a la escucha, cuando hacemos cualquier cosa, trabajando, relacionándonos con los demás, viajando, escuchando, preparando una actividad, etc. Por eso es importante la prioridad de la jornada de desierto mensual. Dios nos busca en el desierto para darnos un buen espíritu. Ese buen espíritu es el que ponía el hermano Carlos cuando rezaba, escribía, soñaba o se sentía vecino de la gente con la que estaba: el espíritu de Nazaret.
Aurelio SANZ BAEZA, hermano responsable
Perín, Cartagena, Murcia, España, 12 de octubre de 2015
PDF: Carta de Aurelio a las Fraternidades de Québec – Acadie. Octubre 2015