Queridos hermanos,
he compartido con las fraternidades de Bari y Otranto, y con la fraternidad internacional de Roma estos días pasados, acompañado siempre por Secondo, mi gran hermano, y acogido por las hermanitas de Jesús en Tre Fontane -nuestra familia permanente en Roma- y el centro de Agimi en Maglie. Me he sentido en familia con Donato, en Martano, compartiendo la eucaristía con él y con Secondo, cenando con sus amigos en casa de Claudia y Antonio, con M.ª Rosario y Alfredo, con su hijo Aurelio, participando de su vida ordinaria. Recuerdo con cariño a mi tocayo Aurelio, de nueve años, el cual durante la eucaristía me hizo un dibujo, sin que nadie lo supiera, que después me dio en la sacristía con su padre, muy contento de llamarnos igual.
Pero, sobre todo, estar con Giuseppe en el hospital de Tricase, cuidado y mimado por la hermanita Liccia, y el voluntariado multinacional de Agimi, que lo trata como a un padre o un hermano mayor. He sentido de lleno la fraternidad, la familia que cuida a un miembro querido con problemas de salud, he visto al hermano Carlos andando por los pasillos del hospital y en el entorno de Agimi, en la mesa con Ada y los dos amigos de Pakistán; he contemplado el trabajo de Giuseppe, no sólo en la casa, el huerto o el jardín: hay mucho más, que sólo se puede ver en el misterio de la Encarnación con los emigrantes, los que no tienen un país, los que Giuseppe y su organización han ido haciendo hermanos suyos con la acogida, el apoyo, la hospitalidad… Los jóvenes, que descubren en los valores del Evangelio el sentido de sus vidas y las llamadas a construir un mundo mejor, sin las fronteras del color de la piel, el idioma, la nacionalidad o la religión… Muchas gracias, Giuseppe, por hacer presente a Jesús desde las huellas de Carlos de FOUCAULD, por hacer realidad la fraternidad universal en las pequeñas y en las grandes cosas. La fraternidad de todo el mundo hoy queremos ser otro brazo para que te apoyes, como el brazo de tu amigo afgano que te quiere como a su padre. Una vez más, contemplé la Misericordia en el alma de los buenos hijos del Islam, y Agimi es un ejemplo desde el Evangelio en este Año de la Misericordia del encuentro entre cristianos y musulmanes.
Disfruté en Agimi con las fraternidades de Bari y Otranto en el encuentro de hermanos, compartiendo la mesa y visitando a Giuseppe. Gracias por venir desde lejos y gracias por ser fraternidad: en el corazón, con la verdad, con el trabajo de cada día y la entrega al pueblo con el mensaje de Jesús en las palabras y en la vida.
Me alegré por encontrar a sacerdotes jóvenes que están en la fraternidad como savia nueva y signo de una Iglesia que camina entre sombras y alegrías.
Gracias a Udino, responsable de la fraternidad internacional de Roma, por preparar el encuentro del día 16 de diciembre en la tarde, cambiando la fecha del encuentro para que yo pudiera estar. Me dio mucha alegría encontrar de nuevo a estos hermanos de variadas nacionalidades, en el momento de oración compartiendo nuestro corazón con el Señor y escuchando su Palabra, poniendo sobre la mesa las cosas sencillas de nuestras vidas y la cena que sustituía a los numerosos papeles que la ocupaban. Es otra muestra de la fraternidad universal, como en una pequeña asamblea mundial, no para tomar decisiones, sino para sentirnos verdaderamente hermanos. Gracias a las hermanitas de Jesús en Tre Fontane, que nos tratan siempre como familia.
Os deseo que en este Año Jubilar de la Misericordia, las llamadas del papa Francisco a vivir desde las obras la Misericordia no se queden en ritos y eventos, liturgias solemnes o actos que tranquilizan la conciencia, sino que sean, sobre todo, amor y bondad con los más pobres. Os deseo también una santa y feliz Navidad celebrando a Jesús Pequeño, humilde y encarnado en esta humanidad de la que somos una parte, y sintiéndonos amados por Él desde el belén de cada casa, hospital, prisión, campo de refugiados o barco que intenta cruzar el Mediterráneo para tener un futuro mejor.
A todos los hermanos de Italia, a los hermanos y hermanas de Agimi, a las hermanitas de Tre Fontane, a los amigos de Martano, un gran abrazo fraterno.
Aurelio SANZ BAEZA, hermano responsable
(dibujo original de Aurelio SICURO, Martano)
Perín, Cartagena, Murcia, España, 21 de diciembre de 2015
PDF: Carta de Aurelio a la Fraternidad de Italia, 21 diciembre 2015