FRATERNIDADES EN MISIÓN
“Al terminar la oración, tembló el lugar donde estaban reunidos,
se llenaron de Espíritu Santo y anunciaban el mensaje de Dios con franqueza.
La multitud de los creyentes tenía una sola alma y un solo corazón” (Hechos, 4, 31-32ª).
Muy queridos hermanos:
Solidarios con los obispos reunidos para el Sínodo de la Amazonía, nosotros, sus hermanos del equipo internacional, lamentablemente sin Tony Llanes quien no pudo obtener su visa, hemos llegado a este hermoso y tranquilo lugar llamado Casa de retiros Sagrado Corazón de María de Mirinae, situado en un valle, rodeado de fecundas colinas llenas de árboles, en un colorido otoño. Nos hemos reunido con 14 hermanos de 4 países de Asia, en su Asamblea Continental, del 11 al 18 de octubre.
La belleza del lugar nos habla profundamente de nuestro anhelo de paz y descanso para aliviar nuestros cansados cuerpos cargados con el ruido y el peso de nuestro ministerio. Nuestra adoración diaria, la celebración de la Eucaristía, el compartir del Evangelio y el día de desierto, llegaron a ser cálidos encuentros con Jesús y con el otro. Durante nuestra estadía, disfrutamos de la comida coreana y de la hospitalidad de la joven y vibrante comunidad de las hermanas del Sagrado Corazón de María.
La Asamblea de Cebú ha confiado a nuestras fraternidades algunas llamadas y desafíos. Estas llamadas se escucharon en tres áreas de nuestra vida: nuestras sociedades, Iglesias y fraternidades. Tomando en cuenta estas llamadas y los resultados de nuestra contemplación y discernimiento de las realidades de nuestras fraternidades, nos gustaría invitarlos a ser hacedores de fraternidad. Sentimos que construir fraternidad y vivirla como un don de Dios, nos conducirá a vivir una misión de fraternidad con nuestros hermanos sacerdotes y en nuestras Iglesias y sociedades.
GRATITUD Y CUIDADO DE NUESTROS HERMANOS MAYORES
“Plantado en la casa del Señor, crecerá en los atrios de nuestro Dios.
Aún en la vejez dará fruto, estará lozano y frondoso” (Sal 92, 14-15)
Cuando en Cebú contemplamos la realidad de nuestras fraternidades, encontramos que los miembros de nuestras fraternidades en Occidente están disminuyendo y envejeciendo. Envejecer es un proceso de crecimiento, un regalo de Dios. Nuestros hermanos mayores son, por lo tanto, un precioso don para nuestras fraternidades. Ellos han envejecido en fraternidad con fidelidad, ellos son veteranos de fraternidad. Nos gustaría expresarles nuestra sincera y profunda gratitud por su presencia entre nosotros. Ustedes son los canales a través de los cuales Jesús nos ha traído a cada uno de nosotros a la hermosa fraternidad de IESUS CARITAS.
Cuando muchos de ustedes, como sacerdotes fidei donum, fueron alrededor del mundo a proclamar la Buena Nueva de Jesús en las huellas del Hermano Carlos, trajeron las fraternidades IESUS CARITAS a América, Asia y África. A pesar del peso de su edad, muchos de ustedes están todavía haciendo extraordinarios esfuerzos para asistir a los encuentros de fraternidad, lo que más pueden. Su fidelidad es un ejemplo a imitar para nosotros.
Queridos hermanos mayores, deseamos asegurarles que apreciamos altamente su presencia entre nosotros. Deseamos escucharlos y aprender de su sabiduría y de su experiencia de fraternidad. También contamos con sus fieles oraciones para que nosotros seamos capaces de vivir la fraternidad. Cuando sus energías están disminuyendo, nos unimos a ustedes en la Oración de Abandono del Hermano Carlos, pidiendo para ustedes la gracia de la total entrega al amor de Dios.
Pedimos a todos, poner más atención a nuestros hermanos mayores: visitándolos, manteniéndolos informados acerca de la vida de las fraternidades, celebrando sus cumpleaños y aniversarios de ordenación sacerdotal, compartiendo sus alegría y dolores, etc. Muchos de nosotros ya están haciéndolo bien en relación a esto y los animamos a continuar este esmerado servicio.
ENRIQUECIDOS CON EL ENTUSIASMO Y VITALIDAD DE LOS HERMANOS JÓVENES.
“Que nadie te desprecie por ser joven; procura ser modelo de los creyentes
en la palabra, la conducta, el amor, la fe, la pureza” (1 Tim, 4,12)
En varios países, principalmente en Asia y África, nuestras fraternidades están recibiendo nuevos miembros. Jóvenes sacerdotes se están uniendo a nosotros para caminar tras las huellas del Hermano Carlos. Su llegada llena nuestros corazones de felicidad y gratitud a Dios, ya que nuestras fraternidades son renovadas con su vitalidad juvenil y con su entusiasmo. Es un signo claro de que la experiencia espiritual del Hno. Carlos es todavía muy relevante y fascinante.
El regalo de miembros nuevos y jóvenes es una gran gracia, pero también un desafío. Primero que todo, necesitamos darles sinceramente la bienvenida y abrir nuestros corazones a sus profundas aspiraciones. También estamos invitados a permitir que nuestras fraternidades lleguen a ser lugares donde ellos puedan experimentar el apoyo fraterno de los hermanos mayores. Tenemos el delicado deber de preocuparnos por ellos y ayudarlos a vivir la a menudo difícil transición entre la vida protegida del Seminario Mayor y los grandes desafíos de los comienzos de la vida sacerdotal. Ellos necesitan encontrar serenos y bondadosos mentores entre nosotros.
La llegada de nuevos miembros a nuestras fraternidades es un regalo de Dios, pero también nuestro testimonio de vida y el deseo de atraer nuevos miembros importa. En Brasil, nuestros hermanos han organizado muchas actividades en orden a permitir que los seminaristas mayores descubran la belleza y la relevancia de la experiencia espiritual del Hermano Carlos. Tales iniciativas de compartir lo que vivimos y de invitar a nuevos miembros deberían ser promovidas en nuestras fraternidades.
Creemos que ellas son un precioso regalo de Dios que no podemos guardarlo para nosotros mismos. Nuestra convicción de que IESUS CARITAS puede ayudarnos a ser buenos sacerdotes diocesanos debe ser compartida. En las Iglesias donde están llegando sacerdotes de diferentes partes del mundo para ofrecer un servicio pastoral o por estudios, nuestras fraternidades están invitadas a mostrarles una especial hospitalidad. Entre ellos, los sacerdotes que pertenecen a IESUS CARITAS necesitan ser integrados a nuestras fraternidades. No perdamos esta oportunidad de vivir la fraternidad universal con nuestros hermanos sacerdotes. Los invitamos, hermanos, a ser los primeros en tenderles la mano y ofrecerles nuestro amor fraterno.
“JAMAIS ARRIERE”, NUNCA HACIA ATRÁS, SINO FIDELIDAD Y PERSEVERANCIA
“Yo conozco tus obras, tu amor y tu fe, tu espíritu de servicio y tu paciencia,
tus obras recientes, mejores que las precedentes” (Ap 2,19)
La Asamblea de Cebú ha revelado que en muchas de nuestras fraternidades hay una falta de fidelidad a los principales medios de nuestro crecimiento espiritual. No podemos subrayar suficientemente la importancia y necesidad de la adoración eucarística diaria, el día de desierto mensual, la revisión de vida, nuestros encuentros mensuales y el compartir el Evangelio, para nuestro crecimiento espiritual. Quisiéramos agradecer y felicitar a todos los hermanos y fraternidades que son muy fieles a estos importantes medios de crecimiento espiritual. Queridos hermanos, los animamos a mantener esta fidelidad que es una bendición para todos nosotros.
A los hermanos que están luchando por ser fieles a estos medios, los urgimos a no abandonar lo poco que están haciendo. El lema de la familia del hermano Carlos fue “Jamais arriere”, “nunca hacia atrás”. El dice que cuando salimos en busca de algo, nunca debemos regresar sin hacerlo. Con su espíritu y su ejemplo de determinación, podemos llegar un día a la completa fidelidad. ¡Por lo tanto, que ninguno abandone lo que ya está haciendo!
Debido a las grandes distancias, aislamiento y falta de medios económicos, muchos hermanos no pueden participar regularmente en los encuentros de fraternidad. Como es difícil usar los medios de crecimiento espiritual sin una participación regular en los encuentros de fraternidad, los animamos, queridos hermanos, a ser más creativos acerca de esta situación. En los lugares en que no es posible reunirse con sacerdotes, construir fraternidad con otros miembros de la familia espiritual del Hno. Carlos, no es solo una fecunda alternativa sino una preciosa oportunidad
LA FRATERNIDAD NOS IMPULSA A LA MISIÓN
“El Señor designó otros setenta y dos y los envío delante de Él, de dos en dos,
a todos los lugares y pueblos adonde pensaba ir” (Lc 10,1).
Como sacerdotes diocesanos misioneros tras las huellas de Carlos de Foucauld, una especificidad de nuestra misión es construir fraternidad, ser expertos en amor fraternal, llegar a ser hermanos universales. Usar los medios espirituales disponibles en nuestras fraternidades para alimentar nuestro crecimiento espiritual, es también característico de nuestro ser misioneros. Preocuparnos de nuestra vida espiritual y crecer en santidad es por lo tanto necesario para la fecundidad de nuestros empeños misioneros.
Como hemos reflexionado amplia y profundamente acerca de la misión durante nuestra Asamblea de Cebú, ahora deseamos animarlos en sus respectivos compromisos misioneros. Los invitamos a que en sus encuentros y asambleas identifiquen las muchas actividades misioneras en las que ustedes ya están comprometidos. Compartir y reflexionar sobre sus prácticas misioneras, escuchar sus experiencias de misión y aprender de las historias del otro, ciertamente los enriquecerán y encenderán de nuevo su entusiasmo misionero.
GRATITUD
Nuestra gratitud se dirige a Philip y a los hermanos coreanos por su cálida hospitalidad, a Arthur Charles por el don del servicio a los hermanos de Asia durante los pasados seis años y a la comunidad de hermanas por su alegría contagiosa al preocuparse de nuestras necesidades. También estamos agradecidos a los Hermanitos y Hermanitas y a los miembros de la fraternidad laica, por su visita y los regalos que ellos habían preparado para nosotros.
Casa de retiros del Sagrado Corazón de María de Merinae, Gongju, 18 de octubre de 2019.
Eric LOZADA, Fernando TAPIA MIRANDA, Mathias KEIL, and Honoré SAVADOGO
Sus hermanos del Equipo Internacional.