Carta Adviento 2013 Hermano Responsable

CARTA DE ADVIENTO 2013
HERMANO RESPONSABLE FRATERNIDAD SACERDOTAL IESUS CARITAS
Queridos hermanos,
cuando tengáis esta carta en vuestras manos estaremos
celebrando el aniversario de la Pascua del hermano Carlos, inicio también del Adviento, o ya lo habremos celebrado. La actualidad de su mensaje para nuestra Iglesia hoy es indiscutible. No es solamente un mensaje espiritual, una forma de vivir la fe: es una manera de vivir. Vivir Nazaret junto a creyentes y no creyentes, en la propia cultura o participando de otra
totalmente distinta, ser presencia de Jesús vivo no tanto
por los signos religiosos, sino por la cercanía a las
personas, sin ser nadie especial. Coincidiendo con el
carisma del hermano Carlos, el papa Francisco dice que
tenemos que ir a las periferias, adonde no se oye hablar
de Dios, donde está la gente más abandonada, que ni
siquiera expresa su deseo de conocer a Dios, o vive su
fe desde religiones distintas a la nuestra, o donde el
dios del dinero impone sus normas y su “liturgia”. Cada
uno de nosotros sabemos cuáles son esas periferias. El lenguaje y el testimonio del papa llegan de verdad a los pobres, y sabemos que es incómodo para muchos eclesiásticos y poderosos. Otros piensan que es un demagogo y un populista… Las reformas no siempre gustan a todo el mundo, porque nos sacan de nuestra comodidad o instalación. Es una llamada a revisar también nosotros si queremos ser reformados, reciclados, convertidos, y qué resistencias encontramos en nosotros mismos. Volver a Nazaret, hacerse peregrino, aunque vivamos siempre en la misma casa…
Seguimos con preocupación la situación de hermanos con problemas en sus países por diversas causas: Filipinas, Centroáfrica,
Honduras… Oramos por ellos y por su gente.
He participado en el mes de junio con la fraternidad de
Argentina en su retiro; en octubre, con los hermanos de Chile. Estos hermanos latinos son “bravos” y luchadores. Con esperanza y alegría están dispuestos para colaborar en la preparación de la próxima Asamblea Panamericana, quizá en 2015. En enero de 2014 me encontraré por primera vez con la fraternidad de México en su retiro anual y será otro momento interesante para afianzar nuestros vínculos como hermanos. La fraternidad de Italia me acogió como peregrino en su asamblea en Loreto, Ancona, en noviembre, y pude compartir con ellos sus realidades, sueños, inquietudes: la experiencia de algunos hermanos mayores que

estuvieron en los comienzos de la fraternidad, y que para mí ha sido una lección de humildad y de sabiduría.
En este Adviento, qué momento más adecuado para la reserva de alguna o algunas jornadas para el desierto, en disposición de estar a la escucha, dándole tiempo al Señor en soledad, esperando en él, no en nuestros “montajes” interiores. Giovanni ZANINELLI, hermano de la fraternidad italiana, me confía este pensamiento suyo después del día de desierto en Loreto, durante la asamblea: “El silencio era el lugar de Dios, pero no podía oír
su voz. Parecía sentir en mi espíritu una sensación
de vacío, pero al mismo tiempo de calma y
serenidad: un signo de la cercanía a Dios, de su
presencia. Probablemente Dios habla así. Cuando
Dios no habla es porque no le damos la
oportunidad de hablar. Llenamos todo el tiempo de
nuestras peticiones y preocupaciones. Hablamos y
no dejamos hablar Entonces te das cuenta de la
pequeña oración de Samuel: «Habla, Señor, que tu siervo escucha». Dios no habla porque no sabemos esperar y esperar en su palabra”.
El desierto es esencial para nuestra vida interior y para la vida de la fraternidad. El desierto y la adoración nos hacen crecer en la amistad con Jesús y en la amistad con los demás. Una fraternidad de amigos-hermanos es el pequeño cenáculo donde no solamente nos reunimos para rezar, sino también para leer nuestras vidas, y dejar que los demás lean nuestro corazón,
como un momento contemplativo.
En el último fin de semana de noviembre hemos celebrado el
encuentro de la Familia de Carlos de FOUCAULD de Andalucía y Murcia, en España, y nos ha acompañado Marc HAYET, que fue prior de los Hermanos de Jesús, con el tema “Hacerse pequeño para hacerse hermano”. La experiencia de las fraternidades, de las personas, el compartir la oración, la fiesta y la palabra, y escuchar a Marc, nos ha ayudado a profundizar en la espiritualidad,
el mensaje, las opciones y la visión de futuro del hermano Carlos. Nos impresionó especialmente el testimonio de un compañero musulmán de trabajo: “Si quiero perdonar, tengo que cambiar todas mis leyes interiores”. Ahí queda eso…
Santo y vital Adviento para todos. Alegre y fraternal Navidad para todos. Que nuestra vida
haga feliz a los demás. Es mi deseo de corazón
junto a un abrazo fuerte para cada uno de vosotros.
Aurelio SANZ BAEZA, hermano responsable
Perín, Cartagena, Murcia, España, 26 de noviembre de 2013


carta fraternidad Mexico enero 2014

FRATERNIDAD SACERDOTAL IESUS CARITAS MÉXICO
Queridos hermanos,
un millón de gracias por haberme acogido en estos días pasados, donde hemos compartido en Cuernavaca un tiempo y un espacio de verdadera fraternidad. Gracias porque van creciendo por dentro, por las tareas de pacificación en los lugares pastorales, por el estilo de vivir en equipo allí donde están, por todo lo que me han enseñado para ser yo mejor persona. Me han proporcionado mucha alegría y ganas de servir a la fraternidad en todo el mundo como un hermano a la escucha que aprende de sus hermanos. Siempre aprendemos de los demás, los hombres y mujeres, los jóvenes y los niños de nuestras comunidades y grupos, pero en el terreno de la fraternidad, en el día a
día de cada uno, descubro llamadas del Señor y ánimos nuevos.
Recuerdo y llevo un eco importante en el corazón de todo lo vivido en profundidad. Cada vida es un
mensaje de Buena Noticia. Cada persona, un reflejo del amor de Dios manifestado en Jesús. Sin desmerecer a todos los hermanos, para mí ha sido un regalo inconmensurable del Señor conocer en México DF a Margarita ROJAS y a su nieto Othón, de quienes tenía hace tres años el deseo de conocerlos y abrazarlos. En esta gente sencilla se muestra el verdadero rostro de Dios, la llama en el Sinaí, el susurro del paso del Señor. Gracias a Nacho, a las hermanitas de Jesús, la hallamos
y gozamos de un encuentro impresionante.
Quiero animarles a ir pensando en el Mes de Nazaret. Cuándo, dónde, cómo, ustedes mismos deben hacerlo, son autónomos como fraternidad mexicana, y siempre los demás estaremos dispuestos a ayudar en lo que sea preciso. Asimismo, la I Asamblea Panamericana será un momento importante para las fraternidades de América. Espero que durante el mes de marzo haya propuestas concretas y un mínimo de organización. No sólo se trata del lugar, sino también de los temas a tratar, ya que las asambleas continentales tienen el esquema de encuentro de fraternidad: oración, adoración, día de desierto, revisión de vida, trabajo en grupos y en asamblea y, esto es muy importante, fin de semana en parroquias de los hermanos, compartiendo con la gente y las
comunidades.

Quedé muy impresionado por el ambiente de silencio en la jornada dedicada al desierto, antes de salir a Zempoala y durante la estancia allí. Los testimonios posteriores fueron realmente pura vida y expresión de lo que pasa en el corazón cuando éste se abre al Señor y deja que él lo llene. Dejarnos llenar del pensamiento de Dios… ser el receptor de su voz a través de lo inesperado… no perder nunca nuestra capacidad de
sorpresa…
Echo de menos los campanazos de Polo y el gallo de la alarma en el celular de Álex… Las tortillas de Oaxaca, la nieve en Cuernavaca, la piedra volcánica donde se lee el mundo, donde palpita la historia de un planeta de tres mil quinientos años de antigüedad. Echo de menos a cada uno y lo intento
situar junto a Jesús, con su trabajo y su lucha, con sus esperanzas y decepciones; desde el propio ser humano que somos cada uno, sin que aún nos hayan crecido alas de angelito, como en las pinturas de la catedral de Cuernavaca. Somos cuerpo y no sólo una cara.
Gracias, hermanos, y gracias especialmente a Nacho, que se desvive por todos, que nos trata mejor que a un hijo, que vive la fraternidad desde su esfuerzo y constancia.
En la celebración y en la adoración les tengo presentes y saboreo la huella que han dejado en mi vida en construcción. De verdad que son un regalo del Señor y me han aportado mucho.
El equipo internacional y yo contamos con ustedes.
Un gran abrazo a la mexicana (mano-abrazo-mano) y miles más a la española de todo corazón.
Aurelio SANZ BAEZA, hermano responsable
Perín, Cartagena, Murcia, España, 26 de enero de 2014

carta del hermano responsable

CARTA DEL HERMANO RESPONSABLE, NOVIEMBRE 2012
Querida fraternidad,
los hermanos en la Asamblea de París me han elegido hermano
responsable por seis años, y quiero ponerme a vuestro servicio con amor fraternal y buena voluntad por hacer el bien a todos, ayudado por el Equipo Internacional formado por Emmanuel ASI, de Pakistán, Jean François BERJONNEAU, de Francia –que será el “Asistente General”-, Mark MERTES, de Estados Unidos –responsable de la economía-, Félix RAJAONARIVELO, de Madagascar, y Mauricio da SILVA, de Brasil, escogidos de los cuatro continentes donde la fraternidad está presente, y a quienes agradezco de corazón haber aceptado navegar en este barco y dar a la fraternidad lo mejor de nosotros.
Gracias, también, a nuestro equipo anterior: Abraham, -responsable internacional-, Eddy, José y Richart. Gracias por vuestro trabajo y dedicación.
Me presento: nacido en Murcia (España), sacerdote de la diócesis de Cartagena – Murcia, y trabajo en una parroquia rural cerca de Cartagena, que se llama Perín. Hace pocos días he cumplido 57 años y llevo 28 años de ministerio. En la fraternidad, 30 años. Mi fe, mi vida y mi vocación, así como mis prioridades sociales, han crecido en el seno de la fraternidad, animado por mis hermanos, corregido, acompañado y querido por ellos. La fraternidad es el lugar donde crece lo que mis padres sembraron en mí. El carisma del hermano Carlos me marcó desde el principio de mi juventud y desde Nazaret he soñado, reído, llorado y gozado. Nazaret me ha dado el tiempo y el reloj, la mochila y las sandalias, el pan y la mesa, y desde Nazaret voy aprendiendo a escuchar, a estar junto a la gente. Trabajo en dos proyectos humanitarios en Cartagena, en ese mundo de la drogodependencia y el sida, y en Bam (Burkina Faso), lugares y personas que son mi vida, donde pongo mi corazón.
Mi deseo al empezar esta nueva tarea es, junto al Equipo Internacional, estar cerca de las fraternidades y crear una comunicación frecuente y fluida entre todos, no para dar lecciones, sino para acompañar y escuchar. Las asambleas continentales son una realidad en Asia y Europa, y vamos a trabajar

para hacerlas posible en América y en África. Son desafíos que durante la Asamblea de París han ido apareciendo y que nos motivan para esforzarnos a animar a las fraternidades africanas y americanas a vivir el Evangelio y ser Iglesia desde sus realidades, a crecer como fraternidades jóvenes. Queremos que sepan que no están solos.
Las intuiciones del hermano Carlos han generado un estilo de familia que da cabida a quien busca a Jesús no sólo en los signos sacramentales, sino también en los seres humanos, especialmente los favoritos de Jesús. Tenemos que ser la custodia visible de Jesús en nuestras sociedades, que reconozcan a Jesús no por lo que decimos de él, sino por cómo lo vivimos, expresión del hermano Carlos, desde la adoración de su Bienamado. Esta familia son nuestras fraternidades, tanto la nuestra como todas las ramas nacidas entorno al carisma. Cada vez más somos invitados a estar en esa gran familia, donde encontramos a hermanos y hermanas que oran, adoran, contemplan, revisan su vida, trabajan juntos, viven el desierto, acogen la Palabra, y luchan por los derechos de los últimos, en formas a veces muy comprometidas, jugándose la vida. Nazaret es también estar con aquellos que pierden sus derechos por mil motivos, en tantas partes del mundo, y nosotros no debemos olvidar por quiénes luchó Jesús y “programó” su Reino. Recordemos en el Eclesiástico: “El pan del pobre es su vida. El que le quita el pan es un asesino” (Eclo 34,21)
Tenemos los medios que nos ofrece nuestro Directorio para vivir la fraternidad: la adoración, el día de desierto mensual, el encuentro de fraternidad, la revisión de vida, la contemplación de la Palabra, la contemplación en lo cotidiano y habitual, el Mes de Nazaret, cultivar la amistad y ser pobres con los pobres. Crezcamos como hombres creyentes en este Dios cercano que nos anuncia el Adviento ya en la puerta.
Que el hermano Carlos, en su aniversario el próximo 1 de diciembre nos bendiga.
Un fraternal abrazo.
Perín, 27 de noviembre de 2012
Aurelio SANZ BAEZA