Una espiritualidad para hoy. José Ignacio GONZÁLEZ FAUS

Me tropiezo a veces con la pregunta por “una espiritualidad para hoy”. En cierto modo, la espiritualidad siempre es la misma: salida del propio ego hacia el amor. Lo que puede ser objeto de pregunta son los caminos para llegar a esa meta. Creo que es posible montar una respuesta sobre cuatro columnas, representada cada una por un maestro: dos varones y dos mujeres: D. Bonhoeffer, Oscar Romero, Simone Weil y Etty Hillesum. Ni siquiera son todos católicos de “pertenencia” pero sí lo es su espiritualidad.

Bonhoeffer y Romero nos dan la espiritualidad para una sociedad laica y plural. El primero nos recuerda que vivimos en un mundo “mayor de edad” (¡lo cual no significa más virtuoso!) y “no religioso”: lo cual tampoco significa no creyente, pero nos enseña a mirar la “religión” como una expresión cultural de la fe, no obligatoria hoy (como la circuncisión antaño). En este mundo nuestra relación con Dios es vivir “ante Dios pero sin Dios”, como una forma de “estar con Dios en su pasión” [1]. Como escribí otra vez: lo que importa no es ser religioso o no-religioso sino ser hombre de otro modo. Continue Reading →

Rezar juntos y reír en común. José Antonio PAGOLA

“Los cristianos olvidamos hoy con demasiada frecuencia que un grupo de seguidores de Jesús no es solo una comunidad de oración, reflexión y trabajo, sino también una comunidad de descanso y disfrute»

«Agustín de Hipona lo definía así en el siglo IV: Un grupo de cristianos es un grupo de personas que rezan juntas, pero también conversan juntas. Ríen en común y se intercambian favores»

«Hay un humor y un saber reír que es signo más bien de madurez y sabiduría. Es la risa del creyente que sabe relativizar lo que es relativo, sin dramatizar sin necesidad los problemas»

«Esta risa une. Los que ríen juntos no se atacan ni se hacen daño, porque la risa verdaderamente humana nace de un corazón que sabe comprender y amar» Continue Reading →

Espiritualidad, una mirada integral. Javier MELONI

El mundo que viene ya está aquí. La lenta descomposición de lo que antecede coexiste desde hace tiempo con lo que está germinando. Treinta años más tarde se habrán disuelto aún más las formas del pasado y se habrán desarrollado las germinaciones actuales. Los cambios, cuanto más profundos, más lentos, porque han de ir de las raíces hasta la última de las ramas.
¿Qué es lo que ya está sucediendo? Por un lado, la inadecuación de las actuales forma institucionales de la religión para acompaña el cambio epocal que estamos viviendo. Por otro, la emergencia de una mirada integral que no se reconoce en escisiones que nos dañan y que nos fragmentan. Veamos ambas mutaciones. Continue Reading →

Andrea MANDONICO. «Dios mío, ¡qué bueno eres!». Salvatore SCIANNAMEA

Entre las diversas aportaciones que surgieron sobre la figura de Carlos de Foucauld, a la espera de su canonización, cabe destacar el texto Dios mío como eres bueno, ed. Vaticano, de Andrea Mandonico.

Sacerdote y teólogo de la SMA (Sociedad de Misiones Africanas), Mandonico es el postulador de la Causa de Canonización de la Hermanita Magdeleine, fundadora de las Hermanitas de Jesús y vicepostulador de la causa de Carlos de Foucauld. Precisamente sobre la figura de Carlos de Foucauld, el actual profesor de estudios interreligiosos de la Pontificia Universidad Gregoriana ha publicado ensayos, traducciones y artículos sobre el Hermano Universal, el próximo santo, Carlos de Foucauld.

El desafío del texto de Mandonico no fue sencillo. Para quien conoce la figura de Carlos de Foucauld, él sabe bien que su vida requeriría bibliotecas, por el solo hecho de que sintetiza diversas opciones existenciales y numerosas vocaciones. Continue Reading →

La puerta abierta. Jesús CERVERA

LA PUERTA DE LA CASA

Al principio, durante los primeros meses de vivir en El Meniaa, Argelia, junto a la tumba de Carlos de FOUCAULD, yo dejaba abierta la puerta de la casa; la dejaba abierta unas horas por la mañana, con la finalidad de que los vecinos vieran que era una casa normal, sin secretos. Incluso al entrar el coche dejaba la puerta del garaje abierta con la misma finalidad.

Lo hacía también como signo de confianza en el vecindario. Y que cualquiera supiera que la antigua casa de los padres misioneros (Dar Leclerc) estaba otra vez habitada.

Algún vecino entraba, y me llamaba para advertirme que me había olvidado de cerrar la puerta; otros venían avisándome de que tuviese cuidado con los ladrones …

Después de algunos meses y hasta hoy, dejo la puerta abierta siempre que puedo, muchas horas al día, como signo de disponibilidad: mi puerta está abierta para quien me necesite!!!

Y algunos entran y saludan, otros me piden algo: limosna, alimentos… Incluso alguien al ver la puerta abierta entran a pedir información de donde vive fulano o zutano, o dónde está la

oficina de Enseñanza para recoger los diplomas de bachillerato y F P (muy cerquita de casa)

También me ha ocurrido que alguien ha entrado a obsequiarme con alguna fruta (limones o dátiles) … he ganado mucho con la puerta abierta … salgo ganando yo.

LAS LLAMADAS A LA ORACIÓN DE LA MEZQUITA

Desde que empezó el cobid (marzo 2020) cuando oigo esta llamada del Almuecin, de la noche (ahora comienzos de noviembre es sobre las 20’30h) me pongo en silencio y oración, y leo el evangelio del día siguiente.

También por la mañana, me levanto con la llamada a la oración antes del amanecer (ahora es unos minutos antes de las 06h).

Es una forma de estar más unido y en comunión con este pueblo que reza al único Dios.

SER HARRAGA

Hay algunos jóvenes que me comentan y me preguntan para ir España o Europa. A todos les digo que no es un buen momento para convertirse en “Harraga” (la palabra que usan para los jóvenes que van en pateras), ya que eso es una aventura de muerte. Les advierto que las leyes de Europa y España no ayudan a entrar y vivir en Europa a los jóvenes trabajadores pobres, y que si consiguen entrar no van a poder trabajar e integrarse en esa sociedad en varios años.

La mayoría insiste en que no tienen otro camino que salir de Argelia para labrarse un futuro. Y yo les insisto en que todo lo que planean, el tiempo que dedican a soñar sueños imposibles lejos de aquí, así como el dinero que se van a gastar en ese arriesgado viaje, Todos los recursos deberían intentar invertirlos en su futuro aquí mismo.

El tiempo planificando los sueños y el dinero en su propia formación.

Pensar y planificar su futuro aquí, acompañados por su familia y sus amigos.

Jesús CERVERA, fraternidad sacerdotal de Valencia

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