Me tropiezo a veces con la pregunta por “una espiritualidad para hoy”. En cierto modo, la espiritualidad siempre es la misma: salida del propio ego hacia el amor. Lo que puede ser objeto de pregunta son los caminos para llegar a esa meta. Creo que es posible montar una respuesta sobre cuatro columnas, representada cada una por un maestro: dos varones y dos mujeres: D. Bonhoeffer, Oscar Romero, Simone Weil y Etty Hillesum. Ni siquiera son todos católicos de “pertenencia” pero sí lo es su espiritualidad.
Bonhoeffer y Romero nos dan la espiritualidad para una sociedad laica y plural. El primero nos recuerda que vivimos en un mundo “mayor de edad” (¡lo cual no significa más virtuoso!) y “no religioso”: lo cual tampoco significa no creyente, pero nos enseña a mirar la “religión” como una expresión cultural de la fe, no obligatoria hoy (como la circuncisión antaño). En este mundo nuestra relación con Dios es vivir “ante Dios pero sin Dios”, como una forma de “estar con Dios en su pasión” [1]. Como escribí otra vez: lo que importa no es ser religioso o no-religioso sino ser hombre de otro modo. Continue Reading →