NOTICIAS Y COMUNICACIONES Nº 204

Dom Pedro Casaldálida cumple 90 años: pobreza y liberación

Al cumplir 90 años, este 16 de febrero de 2018, queremos homenajear a Dom Pedro Casaldáliga, pastor, profeta y poeta, con unos pensamientos que, a mi juicio, constituyen el hilo conductor de toda su vida de cristiano y de obispo: la relación que estableció entre la pobreza y la liberación. Arriesgando su vida, ha vivido y ha testimoniado tanto la pobreza como la liberación de los más oprimidos, que son los indígenas y los campesinos, expulsados por el latifundio en tierras de São Félix del Araguaia del Mato Grosso de Brasil.

La pobreza es un hecho que siempre ha desafiado las prácticas humanas y todo tipo de interpretación. El pobre concreto nos desafía tanto, que la actitud hacia él acaba por definir nuestra situación definitiva ante Dios. Esto lo atestigua tanto el Libro de los muertos de Egipto como la tradición judeocristiana que culmina en el texto del evangelio de Mateo 25, 31ss.

Tal vez el mérito mayor del obispo Dom Pedro Casaldáliga haya sido haber tomado absolutamente en serio los desafíos que los pobres del mundo entero, especialmente los de América Latina, nos lanzan, y su liberación.

Seguramente vivió el siguiente proceso. Antes de cualquier reflexión o estrategia de ayuda, la primera reacción es de profunda humanidad: dejarse conmover y llenarse de compasión. ¿Cómo dejar de atender su súplica, o no entender lo que quieren decir sus manos suplicantes? Cuando la pobreza aparece como miseria, irrumpe en todas las personas sensibles, como en Dom Pedro también, el sentimiento de indignación y de iracundia sagrada, como se nota claramente en sus textos proféticos, especialmente, contra el sistema capitalista e imperial que produce continuamente pobreza y miseria.

El amor y la indignación están en la base de las prácticas que pretenden abolir o mitigar la pobreza. Sólo está efectivamente del lado del pobre quien, ante todo, lo ama profundamente y no acepta su situación inhumana. Y Dom Pedro testimonió ese amor incondicional.

Pero también somos realistas como nos advierte el libro del Deuteronomio: «Nunca faltarán pobres en la tierra; por eso te hago esta recomendación: abre, abre la mano a tu hermano, al pobre y al necesitado que está en tu tierra»(15,11). De la Iglesia de los orígenes en Jerusalén se dice como alabanza: «No había pobres entre ellos» (Hch 4,34) porque ponían todo en común.

Estos sentimientos de compasión y de indignación hicieron que Dom Pedro dejara España, fuese después a África y, finalmente, desembarcase no simplemente en Brasil, sino en el interior del país, donde padecen campesinos e indígenas bajo la voracidad del capital nacional e internacional.

1. Lecturas del escándalo de la pobreza

En función de una comprensión más adecuada de la anti-realidad de la pobreza, conviene hacer algunas aclaraciones que nos ayudarán a calificar nuestra presencia efectiva junto a los pobres. Tres comprensiones diferentes de pobre están presentes todavía hoy en el debate.

La primera, tradicional, entiende al pobre como aquel que no tiene. No tiene medios de vida, no tiene renta suficiente, no tiene casa, en una palabra: no tiene bienes. Sobrevive en el desempleo, o en el subempleo, y con salario bajo. El sistema imperante los considera como ceros económicos, aceite quemado, sobrantes. La estrategia entonces es movilizar a quien tiene para que ayude a quien no tiene. En nombre de esa visión se organizó, por siglos, una amplia asistencia. Y una política de beneficencia, pero no participativa. Es una actitud y una estrategia que mantiene a los pobres dependientes; todavía no ha descubierto su potencial transformador.

La segunda, progresista, ha descubierto ya el potencial de los pobres y ha percibido ya que ese potencial no es utilizado. Por la educación y la profesionalización el pobre viene a ser calificado y potenciado. Así, los pobres se insertan en el proceso productivo. Refuerzan el sistema, se hacen consumidores, aunque en menor escala, y ayudan a perpetuar las relaciones sociales injustas que continúan produciendo pobres. Se asigna al Estado la parte principal de la tarea de crear puestos de trabajo para esos pobres sociales. La sociedad moderna, liberal y progresista ha hecho suya esta visión.

La lectura tradicional ve al pobre, pero no capta su carácter colectivo. La lectura progresista, sí descubre su carácter colectivo, pero no su carácter conflictivo. Analíticamente considerado, el pobre es resultado de mecanismos de explotación que lo hacen empobrecido, generando así un grave conflicto social. Mostrar tales mecanismos fue y sigue siendo el mérito histórico de Karl Marx. Previamente a la integración del pobre en el proceso productivo vigente, se debería hacer una crítica del tipo de sociedad que siempre produce y reproduce pobres y excluidos.

La tercera posición es la liberadora, que afirma: los pobres sí tienen potencialidades, y no sólo para engrosar la fuerza de trabajo y reforzar el sistema, sino principalmente para transformarlo en sus mecanismos y en su lógica. Los pobres, concientizados, organizados por sí mismos y articulados con otros aliados, pueden ser constructores de otro tipo de sociedad. Pueden no sólo proyectar, sino poner en marcha la construcción de una democracia participativa, económica y ecológico-social. La universalización y la plenitud de esta democracia sin fin se llama socialismo. Esta perspectiva no es ni asistencialista ni progresista. Es verdaderamente liberadora, porque hace del oprimido el principal sujeto de su liberación y el forjador de un proyecto alternativo de sociedad.

La teología de la liberación asumió esta concepción de pobre. La ha traducido por la opción por los pobres, contra la pobreza, y en favor de la vida y la libertad. Hacerse pobre en solidaridad con los pobres, significa un compromiso contra la pobreza material, económica, política, cultural y religiosa. Lo opuesto a esta pobreza no es la riqueza, sino la justicia y la equidad.

Esta última perspectiva fue y es testimoniada y practicada por Dom Pedro Casaldáliga en toda su actividad pastoral. Aun a riesgo de su vida, apoyó a los campesinos expulsados por los grandes terratenientes. Junto con las Hermanitas de Jesús del P. Foucauld, colaboró en el rescate biológico de los tapirapés, amenazados de extinción. No hay movimiento social y popular que no haya sido apoyado por este pastor de excepcional calidad humana y espiritual.

2. La otra pobreza: la evangélica y esencial

Hay todavía dos dimensiones de la pobreza que están presentes en la vida de Don Pedro: la pobreza esencial y la pobreza evangélica.

La pobreza esencial es el resultado de nuestra condición de criaturas, una pobreza que tiene, por tanto, una base ontológica, independiente de nuestra voluntad. Parte del hecho de que no nos hemos dado la existencia. Existimos, dependiendo de un plato de comida, de un poco de agua y de las condiciones ecológicas de la Tierra. En este sentido radical, somos pobres. La Tierra no es nuestra, ni la hemos creado. Somos huéspedes en ella, pasajeros de un viaje que va más allá. Más aún: humanamente dependemos de personas que nos acogen y que conviven con nosotros, con los altibajos propios de la condición humana. Somos todos interdependientes. Nadie vive en sí y para sí. Estamos siempre enredados en una red de relaciones que garantizan nuestra vida material, psicológica y espiritual. Por eso somos pobres y dependientes los unos de los otros.

Acoger esta condition humaine nos hace humildes y humanos. La arrogancia y la excesiva auto-afirmación no tienen cabida aquí porque no tienen base que las sustente. Esta situación nos invita a ser generosos. Si recibimos el ser, de los otros, debemos también darlo a los demás. Esta dependencia esencial nos hace gratos a Dios, al Universo, a la Tierra y a las personas que nos aceptan así como somos. Es la pobreza esencial. Este tipo de pobreza hizo a dom Pedro un obispo místico, agradecido por todas las cosas. También existe la pobreza evangélica, proclamada por Jesús como una de las bienaventuranzas. En la versión del evangelio de Mateo se dice: «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos» (5,3). Este tipo de pobreza no está directamente vinculado al tener o al no tener, sino a un modo de ser, a una actitud que podríamos traducir por infancia espiritual. Pobreza aquí es sinónimo de humildad, desprendimiento, vacío interior, renuncia a toda voluntad de poder y de auto-afirmación. Implica la capacidad de vaciarse para acoger a Dios, y el reconocimiento de la naturaleza de la criatura, ante la riqueza del amor de Dios que se comunica gratuitamente. Lo opuesto a esta pobreza es el orgullo, la fanfarronería, la inflación del ego, y el encerramiento en sí mismo ante los demás y ante Dios.

Esta pobreza significó la experiencia espiritual del Jesús histórico: no sólo fue pobre materialmente y asumió la causa de los pobres, sino que también se hizo pobre en espíritu, pues «se aniquiló a sí mismo, asumiendo la condición de siervo; presentándose como simple hombre, se humilló, hecho obediente hasta la muerte, hasta la muerte de cruz «(Flp 2,7-9). Esta pobreza es el camino del evangelio, por eso se llama también pobreza evangélica, sugerida por San Pablo: «tened los mismos sentimientos que Cristo tuvo» (Flp 2,5).

El profeta Sofonías testimonia esta pobreza de espíritu cuando escribe: «Aquel día, no serás confundida, hija de Sión, a causa de todos los pecados que cometieron contra mí, jactanciosos y arrogantes; no te enorgullecerás ya en mi santo monte. Dejaré sobrevivir en medio de ti un pueblo pobre-humilde y modesto que pondrá su confianza en el nombre del Señor» (2,11-12).

Esta pobreza evangélica e infancia espiritual constituyen una de las irradiaciones más visibles y convincentes de la personalidad de Dom Pedro Casaldáliga, que aparece en su modo pobre pero siempre limpio de vestir, en su lenguaje inundado de humor aun cuando se hace crítico contundente de los desvaríos de la globalización económico-financiera y de la prepotencia neoliberal, o cuando proféticamente denuncia las visiones mediocres del gobierno central de la Iglesia frente a los desafíos de los condenados de la Tierra, o de cuestiones que conciernen a toda la humanidad. Esta actitud de pobreza se manifiesta ejemplarmente cuando en los encuentros con cristianos de base, generalmente pobres, se pone en medio de ellos y escucha atentamente lo que dicen, o cuando se sienta a los pies de conferencistas, sean teólogos, sociólogos o portadores de otro saber calificado, para escucharlos, anotar sus pensamientos y humildemente formular preguntas. Esta apertura revela un vaciamiento interior que lo hace capaz de continumente aprender y hacer sus sabias ponderaciones sobre los caminos de la Iglesia, de América Latina, de Brasil y del mundo.

Cuando los actuales tiempos perturbados hayan pasado, cuando las desconfianzas y las mezquindades hayan sido tragadas por la vorágine del tiempo, cuando miremos hacia atrás y consideremos los últimos decenios del siglo XX y los inicios del siglo XXI, identificaremos una estrella en el cielo de nuestra fe, rutilante, después de haber atravesado nubes, soportado oscuridad y vencido tempestades: es la figura simple, pobre, humilde, espiritual y santa de un obispo que, extranjero, se hizo compatriota, lejano se hizo cercano, y se hizo hermano de todos, hermano universal: dom Pedro Casaldáliga, que cumple hoy noventa años.
Leonardo BOFF, 1938, teólogo, filósofo y escritor, que se dejó fascinar e inspirar por Dom Pedro Casaldáliga.

1978-2018, cuarenta años de la fundación de la Comunidad Ecuménica Horeb Carlos de Foucauld en el Poblado de San Francisco (Huercal-Overa, provincia de Almería- España) y hoy extendida por doce países.

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Nostalgia de Dios. Silvano de Monte Athos.

Introducción a cargo de Adalberto Mainardi
Ed. Qiqajon. Comunitá di Bose. 2011

COLECCIÓN ESPIRITUALIDAD Nº 1

«Nadie canta con tal pureza,
como quien está en el infierno más profundo;
aquello que nosotros creemos que es el canto de los ángeles,
es el canto de ellos.» Franz Kafka

El libro que hizo conocer al mundo la experiencia de vida y de oración del starets Silouan del Monte Athos (1866-1938) apareció en ruso en París, poco después del fin de la segunda guerra mundial, en dos volúmenes ciclostilados, uno por cada una de las dos partes en la cual se dividía: “Vida y doctrina del starets” y “Escritos del starets Silouan”. Su autor y editor, el Hieromonje Sofronio (Sergej Sacharov, 1896-1993), consideraba haber escrito un trabajo “destinado, por su contenido, a un estrecho círculo de personas”, interesadas en el tema de la ascesis cristiana. Pero en poco tiempo se multiplicaron las traducciones en inglés, alemán, francés, griego moderno, serbio, italiano, catalán, árabe… Diez años después de la publicación del libro de Sofronio, Thomás Merton podía escribir que Silouan, “este extraordinario starets que luchó por años contra la desesperación”, había sido quizás “el monje más auténtico del siglo XX”.

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Carta de Bangalore, equipo inter, 17 enero 2018

Queridos hermanos, desde Bangalore, India, os enviamos nuestro saludo fraterno y queremos compartir con vosotros el trabajo que hemos realizado.

Es nuestra primera reunión sin Félix, cuya memoria celebramos, pero él nos ha ayudado desde el cielo.

Nos sentimos contentos por haber conseguido el objetivo de esta reunión, a pesar de las diversas dificultades que hemos tenido. Emmanuel y Honoré no han podido estar con nosotros porque no consiguieron su visado a la India. Con los dos nos hemos comunicado frecuentemente. Pero nos han acompañado algunos días Prakash, India, y Philippe, Corea, ambos del equipo continental de Asia, Tampoco pudo venir Arthur, de Pakistán, responsable de Asia, al no tener visado.

Todo el trabajo ha sido programado para preparar la asamblea mundial de enero de 2019. En principio iba a ser en Bangalore, por eso nuestra presencia aquí, pero finalmente será en Filipinas, a causa de los visados para bastantes hermanos.

Los hermanos de Bangalore nos han cuidado en todo momento, primero en el Shanti Sadhana Trust, un centro de espiritualidad franciscana de los capuchinos, y luego en el Ashirvad de los jesuitas. Nuestro hermano Alphonse, responsable de la India, ha sido un ángel de la guarda del equipo internacional, preocupándose siempre por nosotros: transportes, necesidades, contactos. Gracias, Alphonse, por todo y gracias a los hermanos indios.

En el trabajo diario para preparar la asamblea hemos valorado las realidades de los continentes, el funcionamiento de las fraternidades, las asambleas continentales, el Mes de Nazaret, las alegrías, problemas y desafíos de todos los hermanos del mundo.

Mark ha realizado un balance económico de la fraternidad y ha hecho un presupuesto global para la próxima asamblea de 2019, que se enviará a los responsables regionales. Esperamos de todas las regiones vuestras ayudas para ayudar a algunos hermanos en su viaje a Filipinas.

Hemos elaborado un programa completo y horario para la asamblea, día por día y hora por hora, con la metodología y personas encargadas para cada momento. No ha sido un trabajo difícil, porque lo hemos hecho con espíritu de equipo, teniendo muy claro el objetivo de la asamblea 2019: “Profundizar y actualizar la identidad misionera del presbítero diocesano a la luz del testimonio de Carlos de FOUCAULD, contemplativo y portador de la Buena Noticia de Jesús”.

El cuestionario de Bangalore, dado a conocer hace más de un año, no ha tenido mucha respuesta. Bastantes países no han respondido, y pensamos que es tarea de los responsables continentales y regionales motivar a todos los hermanos en esta preparación. Por eso en marzo se va a relanzar el cuestionario (Cuestionario de Filipinas) para que lo trabajemos en Filipinas en grupos continentales, y sea el fruto de lo que vive la mayoría y no sólo unos pocos.

Las grandes diferencias sociales y eclesiales de unos continentes y otros nos animan con más fuerza a sentir que el mensaje de fraternidad universal de Carlos de FOUCAULD es una guía en nuestro camino. Los profundos desafíos ante los fundamentalismos que se viven dentro y fuera de la Iglesia, la falta de diálogo político e inter-religioso, las amenazas de una guerra nuclear, el camino hacia una pobreza generalizada en muchos países a causa de la corrupción y de multinacionales explotadoras, con la degradación del planeta, la realidad de la mujer maltratada en muchas partes del mundo, el drama de los refugiados… Todo ello nos nos puede dejar indiferentes. Carlos de FOUCAULD y nuestro papa Francisco nos están animando a tomar posturas serias y proféticas en esta humanidad herida y sufriente.

Nuestra asamblea de Filipinas es un punto más a favor de la paz, y de una Iglesia llamada a salir de sí misma, enviada a las periferias. De ahí que queramos profundizar en la esencia misionera de nuestro ministerio y favorecer una cultura de la esperanza.

En Bangalore hemos compartido, como familia de Carlos de FOUCAULD, momentos de encuentro con las hermanitas de Jesús, la fraternidad secular, un hermano de Jesús y otro hermano del Evangelio, la fraternidad sacerdotal. Nos hemos sentido familia de hombres y mujeres con quienes compartimos un camino en común,

Visitamos al arzobispo de Bangalore, Bernard MORAS, conociendo de cerca realidades y problemas de la diócesis, como también tuvimos contacto con el clero diocesano en algunas parroquias. Fue importante nuestro encuentro con la fraternidades sacerdotales en la parroquia de Joseph, anterior responsable de la India, en la eucaristía, el diálogo y la cena compartida.

Como equipo internacional hemos vivido ser una fraternidad en la oración, la adoración y la eucaristía. Mark ha coordinado este aspecto. También el compartir un trabajo de preparación para la asamblea 2019 -que es lo que más tiempo nos ha ocupado-, es un signo de fraternidad y de estar a las escucha los unos de los otros, de apoyarnos y de ayudarnos. Lo hemos vivido con alegría, para servir a todos los hermanos.

La contaminación, el ruido permanente de Bangalore, con un tráfico impresionante de vehículos, los seis millones de seres humanos de esta ciudad, dejarnos querer por Alphonse, con sus mil detalles y preocupaciones, ha sido nuestro Nazaret, que nos ha hecho salir de nuestro esquema cómodo y confortable habitual.

En marzo recibiréis el Cuestionario actualizado de Filipinas, que también se publicará en nuestra página, con la carta de convocatoria y la inscripción.

Durante este año habrá bastantes comunicaciones a los responsables para que nuestra asamblea en Filipinas consiga el objetivo planteado.

Comunicamos con alegría que la nueva fraternidad de Haití ha sido aceptada como fraternidad sacerdotal tras los dos años de tiempo de prueba. Bienvenidos Jonas y hermanos de Haití. También estamos en contacto con sacerdotes de Venezuela para la posibilidad de formar una fraternidad allí.

Con mucha esperanza y alegría el equipo internacional ponemos nuestro esfuerzo para que este año de preparación de la asamblea mundial sea cosa de todos, en bien de las personas, de la fraternidad, de la Iglesia, de la gente con la que estamos. Es nuestra misión encontrar y anunciar a Jesús en el estilo de Nazaret, contemplativos y misioneros.

Gracias de nuevo a los hermanos de la India, y gracias a los hermanos filipinos por decir SÍ para poder celebrar en Filipinas nuestra próxima asamblea mundial.

Desde este momento todos los hermanos debemos comprometernos con este trabajo. Los hermanos mayores o enfermos, con su oración; los más en la acción, con sus aportaciones. Gracias. Todos aprendemos de todos y ninguno somos maestros de nadie. Tenemos un solo Maestro, que es Jesús.

Un gran abrazo de

Mark, Mauricio, Aurelio y Jean-François

Bangalore, India, 17 de enero 2018

 

 

PDF: Carta de Bangalore, equipo inter, 17 enero 2018, esp

Fernando TAPIA. SEGUNDA MEDITACIÓN: NAZARET

El segundo misterio de la vida de Cristo que marcó profundamente la espiritualidad del Hno. Carlos fue Nazaret. Es un modo de vida coherente con el misterio de la encarnación entre los pobres: “Jesús fue a Nazaret, el lugar de la vida oculta, de la vida corriente, de la vida de familia, de oración, trabajo, oscuridad, virtudes silenciosas, practicadas teniendo como testigos sólo a Dios, a sus amigos y vecinos. Nazaret es el lugar donde transcurre la vida de la mayoría de la gente. Tenemos que respetar infinitamente a los más pequeños de nuestros hermanos…y mezclarnos con ellos. Seamos uno de ellos en la medida en que Dios quiera…y tratémoslos fraternalmente, a fin de tener el honor y la alegría de ser aceptados como uno de ellos”

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Fernando TAPIA. PRIMERA MEDITACIÓN: EL ÚLTIMO LUGAR

Charles de Foucauld fue un apasionado buscador de Dios después de su conversión a los 28 años. Alrededor de los 15 años había perdido la fe y tuvo una juventud muy desordenada. Fue expulsado del colegio de los jesuitas por mala conducta, más tarde fue expulsado del Ejército por no respetar las reglas militares. Malgastó su dinero en vino, mujeres y fiestas, estudió poco y vagaba sin rumbo por la vida. Este estilo de vida le dejaba un profundo vacío. Lo dice en una meditación varios años después recordando esta etapa de su vida: “El mal que hacía, no lo aprobaba, ni lo quería. Me hacías sentir un vacío doloroso, una tristeza que no he experimentado más que entonces; ésta volvía todas las noches cuando me encontraba en mi alojamiento. Me tenía mudo y abrumado durante lo que se llaman fiestas; las organizaba, pero, cuando llegaba el momento, las pasaba en un mutismo, una repugnancia y un fastidio inauditos”

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Boletín Ecuménico n° 90

ÍNDICE

EDITORIAL … 5
UNA FRATERNIDAD CADA VEZ MÁS REAL … 6
ENTREVISTA ECUMÉNICA: JUTTA BURGGRAF … 9
A CERCA DE JERUSALÉM … 12
2017 AÑO CLAVE PARA EL ECUMENISMO … 14
ORACIÓN ECUMÉNICA POR LA PAZ … 17
DECÁLOGO ECUMÉNICO … 20
EL ASNO Y EL BUEY … 25
OREMOS: … 35

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