Carta del Equipo Internacional sobre la difusión de nuestra Fraternidad Sacerdotal IESUS CARITAS – septiembre de 2022

“Navega mar adentro y echa las redes para pescar” (Lc. 5,4)

Queridos hermanos,

LA CANONIZACION DEL HERMANO CARLOS.

Su canonización en Roma el 15 de mayo de este año fue una gran experiencia para todos los que tuvimos el privilegio de participar en este evento. Una y otra vez, se dijo que para la familia espiritual de Carlos de Foucauld la canonización es un gran regalo. Pero es mucho más, su vida, su camino espiritual y su carisma es un gran don, no solo para la Familia Espiritual, sino para toda la Iglesia. El don de su carisma no ha sido cambiado o aumentado por la canonización, sino que ha sido sacado a la luz y ha sido reconocido oficialmente por la Iglesia.

Estamos convencidos de que pertenecer a nuestra Fraternidad con sus características especiales puede apoyar muy bien el ministerio sacerdotal y formarlo de una manera valiosa. Quizás algunos de nosotros ya no seríamos sacerdotes si no hubiéramos conocido a los hermanos de la Fraternidad sacerdotal Jesús Cáritas.

COMPARTIENDO EL DON

Desde esta convicción queremos desarrollar un nuevo impulso para dar a conocer nuestra Fraternidad sacerdotal, especialmente en lugares y países donde no hay fraternidades.

Queremos ofrecer nuestra Fraternidad Sacerdotal como una forma de vivir el ministerio sacerdotal acompañado de hermanos, de permanecer en contacto vivo con las Sagradas Escrituras como una de nuestras fuentes más importantes de crecimiento espiritual, de desarrollar la dimensión contemplativa de nuestras vidas a través de la adoración y los días de desierto y, finalmente, de no perder la cercanía y el servicio a los pobres, en un estilo de vida sencillo.

Por eso, queridos hermanos, les pedimos que reflexionen intensamente, solos y en comunidad, sobre las posibilidades que ven para difundir la semilla del carisma de nuestra Fraternidad sacerdotal. ¿Hay regiones en nuestro propio país, hay países vecinos, donde podríamos ofrecer el carisma de nuestra Fraternidad sacerdotal?

EN COMUNIÓN CON NUESTRA FAMILIA ESPIRITUAL.

En el origen de la formación de nuestra Fraternidad sacerdotal estuvieron las Hermanitas y los Hermanitos de Jesús. Su forma de vivir el Evangelio, que era tan nueva en ese momento, fascinó a muchos sacerdotes. Estos sacerdotes no querían convertirse en religiosos, sino permanecer en el ministerio como sacerdotes diocesanos, pero querían vivir algo del carisma del Hno. Carlos. Así es como la Fraternidad sacerdotal nació en Francia en la década de 1950, primero llamada «Unio sacerdotalis», más tarde Jesús Caritas.

Esta observación de los orígenes puede ser significativa para nosotros hoy. Porque para tener un punto de partida para la difusión de la Fraternidad sacerdotal, el entorno de las Hermanitas y Hermanitos sigue siendo uno de los mejores apoyos. Por lo tanto, para nuevas fundaciones es sin duda un buen consejo poner las antenas en esta dirección.

En Roma, en la reunión de los responsables de las diversas ramas de la Familia Espiritual, notamos algo más: en muchos países hay ramas de la familia espiritual, especialmente comunidades laicas, pero no fraternidades sacerdotales. Probablemente allí se podría encontrar un punto de contacto para dar a conocer nuestra Fraternidad e invitar a algunos sacerdotes a participar en ella y para introducir a los sacerdotes en «los medios espirituales» de nuestra Fraternidad.

¿Cómo PROCEDER?

Tres aspectos nos parecen importantes:

1. Fase de preparación:

Aquí la primera pregunta es: ¿Realmente tenemos la convicción de que es bueno que alguien conozca la Fraternidad sacerdotal y se una a ella? Si faltara esta convicción, probablemente no habría razón para comenzar con una iniciativa de difusión de nuestra Fraternidad sacerdotal. Esta convicción debe ser compartida por algunos sacerdotes, porque un «proyecto misionero» no es un asunto de una persona, sino siempre de un pequeño grupo.

Otro elemento importante en esta fase es la búsqueda de contactos y puntos de contacto. Esta es probablemente una de las tareas más difíciles: encontrar un grupo de sacerdotes que estén dispuestos a comprometerse a estar unos días con Carlos de Foucauld. Finalmente, la preparación también debe incluir la oración por un buen resultado. Estamos convencidos de que especialmente los sacerdotes mayores de entre nosotros estarán felices de asumir este ministerio.

2. Fase de implementación.

La forma más adecuada nos parece que es organizar una “SEMANA CON CARLOS DE FOUCAULD”. En esta semana debe haber dos puntos focales: a) Presentación de la biografía del santo; b) Presentación de la Fraternidad sacerdotal con sus medios de crecimiento espiritual. La semana debiera vivirse en un clima orante, fraterno, alegre y servicial.

3. Fase de seguimiento.

Así como cada planta recién sembrada necesita cuidado y crianza, también sucede con una Fraternidad recién fundada. Necesita acompañamiento para poder pararse sobre sus propios pies. Para ello, es importante la integración a nivel nacional y continental, pero sobre todo el contacto y el intercambio con sacerdotes experimentados. La forma concreta de esta «tutoría» será muy diferente y depende de las respectivas circunstancias y personas. Nos parece importante planificar algún tipo de acompañamiento desde el principio.

Queridos hermanos, sabemos que todos los intentos en esta dirección no son fáciles. Pero creemos que es importante y nos parece que ahora es un buen momento para hacerlo. Por lo tanto, les instamos a que conversen el tema y lleven a cabo algunas iniciativas.

Pedimos especialmente a los hermanos Responsables Continentales y Nacionales dar prioridad a esta Carta en sus próximas Asambleas.

También les pedimos que nos informen de cualquier paso que den en esta dirección. Tal vez tengamos maneras de apoyarlos.

Les deseamos valor y confianza en su importante ministerio.

Equipo Internacional
Eric, Honoré, Fernando y Matthias
(Traducción al español Fernando Tapia)

PDF: 22-06-28 jesus Caritas, letter, difusión – es

Horeb – Ekumene, septiembre 2022

Sumario

  • Editorial – J. Álvaro Ricas Peces. – Pág. 3
  • Espiritualidad evangélica – CEHCF: Juntos en un camino de amor – Julia Crespo Benito. – Pág. 5
  • El hermano Carlos habla… – Carlos de Foucauld y los Padres del Desierto. – José Luis Vázquez Borau. – Pág. 7
  • Textos para la reflexión – Carlos de Foucauld y América latina.. – Rogelio Bernal Vélez. – Pág. 10
  • Conferencia de LAMBETH – Una visión del movimiento anglicano continuante – Hugo Sánchez – Pág. 13
  • San Juan Crisóstomo – Testigos de Cristo. Taizé – Pablo César Ghilini – Pág. 16
  • Oraciones – Pág.18

Ver documento en PDF: Horeb Septiembre 2022

La Revisión de Vida, escuela de fraternidad. Manuel POZO OLLER

Retiro Fraternidad Sacerdotal
Iesus Caritas de España

Galapagar, Madrid, agosto 2022

I ¿Qué dice el Directorio?

«Es, sobre todo, en la Revisión de Vida donde la fraternidad ejerce su función como regla de vida. Se habla mucho de revisión de vida, pero indicando realidades diferentes: distintos intercambios, estudios de Evangelio, revisión de vida apostólica. Para nosotros, en fraternidad, la Revisión de Vida es un acto de fe común, en el que compartimos los acontecimientos, preocupaciones, esperanzas y decepciones, una lectura en común de la vida para descubrir en ella las llamadas del Señor (…)
La Revisión de Vida es, primeramente, una mirada contemplativa a la acción del Espíritu Santo en nuestras vidas. Y al mismo tiempo, es el medio de una conversión permanente que debe alcanzar también a lo mejor de cada uno, para estar siempre disponibles a las llamadas del Señor, precisamente allí donde no se esperaban, donde no le habíamos visto u oído hasta ahora. La Revisión de Vida nos ayuda a descubrir al Señor siempre más grande, siempre distinto e, incluso, desconcertante para nosotros.
Hay una unidad de proceso entre la Revisión de Vida y los demás medios de la Fraternidad. La Revisión de Vida se prepara preferiblemente en el desierto, siempre en la oración y, si es posible, por escrito. Mejor es no hacerla que improvisarla. Supone un clima de oración, escucha de la Palabra de Dios, atención de unos para con otros. No hay que temer los momentos de silencio. Hay que tener el valor de interrogarse mutuamente, con delicadeza, pero con franqueza, sin miedo a las tensiones y a los posibles enfrentamientos. La falsa amistad es la muerte de las verdaderas revisiones de vida y, por tanto, de la fraternidad.
Hacer Revisión de Vida implica un compromiso de cada uno para la realización de las llamadas recibidas juntos. Cada uno debe sentirse responsable y solidario de los demás.
Una Revisión de Vida auténtica puede introducirnos en el misterio de la muerte y resurrección de Cristo actuando en nosotros. Y, a veces, nos conducirá hasta el sacramento de la reconciliación».

II Para comprender la RV en cuanto escuela de escucha, discernimiento y fraternidad

Junto con la adoración es el punto fuerte del Retiro.
Tiene como objetivo ayudarnos a tener una visión contemplativa sobre la vida, sobre la realidad. Ver la vida con los ojos de Dios.
No es una mera técnica de encuentro fraternal o de grupo. Trata de educar un corazón contemplativo.

No es, por tanto, ni confesión, ni dirección espiritual. ni herramienta para comprender o interpretar.
Se trata de:
1. Una manera de buscar la presencia del Espíritu Santo en nuestra vida, hablando con nuestros hermanos para que a partir de la búsqueda puedan ayudarnos a encontrar la voluntad de Dios. No es pedir consejo, sino discernir juntos. Se prepara la RV en la adoración y el silencio
2. Una manera de leer el Evangelio en la vida de los hombres, y una manera de leer el Evangelio en la Iglesia. Leer en los hechos, y en grupo, las mociones del Espíritu.
3. Un encuentro con Jesús hoy, un Jesús que vive en las realidades del mundo y de los hombres de hoy.
4. Una interrogación sobre mi manera de ser y de vivir, a través de lo que viven los otros.
5. Una participación fraternal en la vida de los hermanos.
¿Cómo se prepara?
Se prepara en la adoración y el silencio. Un tiempo de silencio en el que se mezclan hechos de vida y adoración.

III Vida fraternal y RV

En la Fraternidad, la RV debe ser también compartir la manera en que la relectura de la vida nos devuelve a las intuiciones de Carlos de Foucauld y de la Fraternidad: adoración, Evangelio, preocupación por los pobres, y ser hermanos, como Jesús.

* Su fundamento teológico es la experiencia bíblica de que el Señor va compartiendo con su pueblo y los que lo forman su propia historia, haciendo de la historia de cada uno una historia de salvación. Esa mirada contemplativa nos va a ayudar a aprender a ver la doble cara de toda situación. Hay un primer aspecto que vemos, y en el fondo un toque de Dios.
* Además de ser la materia que miramos contemplativamente, es el medio de una conversión permanente. Siempre que vamos a la RV, vamos en una actitud de conversión, dispuestos a ver qué zona de nosotros ha de cambiar, a de los demás, para ayudarles a leer el camino.
* Vivir juntos la RV es vivir una experiencia de Dios, enorme, a través de las situaciones que en la RV vamos presentando: vamos viendo la providencia de Dios y su amistad.
* Por eso a veces provocará una acción de gracias. Otras, una petición de perdón, o petición de ayuda para realizar lo que vemos.
* Son tan importantes las palabras como los silencios. Sin prisa. Hay silencios interesantes, de uno o del grupo, a respetar, para interiorizar, para pedir ayuda, para dejar que cale lo que escuchamos. Hay que respetar el ritmo que nos pide una comunicación seria.

Manuel POZO OLLER, fraternidad de España

PDF: La Revisión de Vida, escuela de fraternidad. Manuel POZO OLLER es

Carlos de FOUCAULD, inspirador de sueños. Margarita SALDAÑA

Los sueños de Francisco.

Fratelli Tutti es una encíclica que invita con entusiasmo a participar en los grandes sueños de Francisco: «Soñemos como una única humanidad, como caminantes de la misma carne humana, como hijos de esta misma tierra que nos cobija a todos, cada uno con la riqueza de su fe o de sus convicciones, cada uno con su propia voz, todos hermanos» (FT 8). El Papa no se queda en el reducido círculo de los católicos, sino que comparte sus sueños con toda la comunidad humana, convencido de que es necesario aunar los esfuerzos de todas aquellas personas que portan en su corazón un «deseo mundial de hermandad» (Id.).

Lee el documento completo en PDF: Carlos de FOUCAULD, inspirador de sueños. Margarita SALDAÑA

Noticias y Comunicaciones n° 324

El silencio es nuestro gran enemigo, pues nos lleva a nuestros interrogantes y a nuestras verdades más íntimas. Es por esto que no queremos escucharlo. Sin el silencio interior no podemos escuchar a Dios y no podemos reconocer su presencia en nuestra vida. Sin el silencio interior no podemos crecer como personas ni como creyentes. San Bernardo, refiriéndose a un teólogo le dice: «Árido es todo el alimento del alma si no es rociado con este aceite; es insípido si no se sazona con esta sal. Lo que escribes no tiene sabor para mí, si no leo en ello a Jesús». Y afirma: «Solo Jesús es miel en la boca, cántico en el oido, júbilo en el corazón».

Se entiende por espiritualidad una existencia religiosa comprometida.

El elemento más importante de la espiritualidad es el compromiso de fe de una existencia con Dios. Se trata de una experiencia, de un entendimiento y una comprensión de la relación con Dios, así como una actitud ética que gobierne la vida de la persona. De esta manera podemos decir que hay una espiritualidad hindú, budista, judía, musulmana y cristiana.

La espiritualidad cristiana es la forma en que una persona, que está animada por la presencia viva y por la acción del Espíritu de Cristo, reacciona y actúa habitualmente de acuerdo a Él. De esta forma la espiritualidad cristiana abarca toda la persona humana (cuerpo, alma, espíritu). Para San Pablo una persona es espiritual, cuando todo su ser y toda su vida están or-
denados, dirigidos e influenciados por el Espíritu de Dios (1 Cor 2,12, 14) por su aliento, que es vida. Actualiza el espíritu de Jesús.

Hay que entrar en lo profundo de nosotros mismos, donde reina el silencio, para encontrarse con el Maestro interior: Cristo Jesús, en quien reconocemos «la imagen visible del Dios invisible» (1 Col1,15). Por medio de Él vislumbramos tanto lo que es Dios como lo que estamos llamados a ser. El cristiano es aquel que vive de la luz de Cristo y es el mismo parte de esa luz, lo que comporta una gran responsabilidad social. El encuentro con Cristo no nos aparta de la tarea de transformar el mundo, sino que nos empuja a un compromiso cósmico e histórico sir reserva. (JLVB)

PDF: BNC 324

La ermita de Carlos de Foucauld en Assekrem

Con demasiada frecuencia todavía circula la idea de que Charles de Foucauld se construyó una ermita en la montaña en 1911, en Assekrem, a 60 km de Tamanrasset, para vivir en silencio y soledad.

La realidad es bien distinta, pues su motivación para ir a las montañas era “…tomar contacto con otras tribus que no veo aquí» 2

Pero debido a la extrema sequía, los nómadas este año se fueron a buscar pastos más lejos. Aprecia aún más las pocas visitas que recibe:

«Me siento muy bien en mi montaña de Assekrem, es un excelente lugar para tomar contacto… como en este momento los campamentos están lejos debido a la sequía, los visitantes se ven obligados a tomar una o dos comidas, a descansar, a pasar la noche, lo que significa que llegamos a conocerlos bien. Así que estoy muy feliz de haberme establecido aquí.” y “En esta soledad, las relaciones de vecindad se identificaron en amistades muy estrechas.” 3

Como tiene pocas visitas, aprovecha para hacer un intenso trabajo en lengua tuareg.

¡Y Charles de Foucauld no vivía solo en Assekrem! Había llegado a Ba Hammou, “un tuareg muy inteligente y muy hablador” 4 que era un excelente traductor. Lo necesitaba: sin él no habría podido avanzar en su trabajo lingüístico.

Por lo tanto, se trasladó a Assekrem el 6 de julio de 1911 con Ba Hammou, trayendo comida para dos personas Durante 16 meses, libros y millas de hojas con sus notas sobre la lengua tuareg que quería corregir.

El que no había logrado tener un compañero, por lo que hizo «fraternidad» con Ba Hammou. ¡Nos gustaría saber todo sobre esta vida en común! Porque no fue fácil: ¡Lo que sabemos es que Ba Hammou se quejó desde el principio del exceso de trabajo!

Seis meses después vuelven a bajar a Tamanrasset: ambos están agotados por el exceso de trabajo (10:45 h./día), la falta de alimentos frescos y también por el frío que aprieta.

Habiendo muerto en 1916, Charles de Foucauld continuó su vida como aprendiz, con quienes empezaron en sus hermanos y hermanas en Tamanrasset. Los «Cuadernos de Tamanrasset»
1905-19016” 5 en el que anotó cuidadosamente todos los números de las personas que conocieron, nos permitiesen darnos cuenta de
esta vida compartida y sus amistades.

En conclusión :

“Charles de Foucauld, a través de las sombras y las luces, nos abrió al sentido de la fraternidad universal. Esta dimensión de toda vida evangélica es urgente para nuestro tiempo. Nuestra invitación a difamar nuestras reticencias y nuestras reticencias ya seguir el camino trazado: Cristo no está confinado en nuestras iglesias, nos espera en el corazón de nuestra humanidad en busca de sentido y de Fraternidad.» 6

Obispo Claude Rault. MA Père Blanc, obispo emérito de Laghouat-Ghardaïa (Argelia)
Miembro de la SNRM como experto

1 Antoine Chatelard, Charles de Foucauld, El camino a Tamanrasset, Karthala, 2002 p.157
2 Charles de Foucauld, Cartas a Marie de Bondy, París, Desclée de Brower, 1966, p.185
3 Charles de Foucauld, Cartas a su hermana Marie de Blic, Mesnil Saint-Loup, 2005, p.177
4 Citado en Antoine Chatelard op.cit. Páginas 249
5 Charles de Foucauld, Cuadernos de Tamanrasset 1905-1916, París, Ciudad Nueva, 1986,
6 https://eglise.catholique.fr

PDF: La ermita de Carlos de Foucauld en Assekrem

Homilía en la misa de acción de gracias por la canonización (16 V 2022). Ángelo de DONATIS

Estamos aquí para dar gracias al Señor, que tomó en serio la oración del hermanito Carlos, e hizo de él una obra maestra, un santo. En nuestros corazones habita hoy el deseo de dar las gracias al hermanito Carlos y tratamos de hacerlo con tanta alegría y tanta libertad.

Gracias porque amaste la vida, te atreviste a explorarla en todas sus facetas, saboreaste los sentimientos y las pasiones, no te resguardaste de nada.

Gracias por tus dones que reconociste, acogiste y dejaste fructificar: tu inteligencia, tu pasión por la lectura y por los viajes, y gracias también por tus limitaciones, tus debilidades, tus heridas que no negaste ni ocultaste: las dejaste transfigurar por la misericordia del Padre.

Gracias porque, asemejándote cada vez más a tu amado hermano y Señor Jesús, has amado hasta el final. Gracias por tus dudas, preguntas e insatisfacciones. Gracias porque tu amor nunca te parecía suficiente.

Gracias por lo que no sabemos de ti, que sigue siendo un misterio. Gracias porque no podemos apropiarnos de tu vida ni convertirla en un absoluto. Gracias por tu descenso al último lugar, por el olvido de ti mismo, por tu pobreza y generosidad.

Gracias por las relaciones que tejiste con tanta fidelidad, porque amaste a tu familia, a tus amigos, a tus vecinos, sin excluir nunca a nadie porque nunca terminaste de construir el muro que hubiera marcado tu recinto y en cambio abriste la puerta de tu ermita y de tu corazón a muchos.

Gracias porque aprendiste a recibir de los demás, a no ser autosuficiente, porque al aceptar depender de los pobres -en un momento de enfermedad- te convertiste en un hermano pequeño, en un hermano universal.

Gracias por atreverte a dejarlo todo para vivir sólo para Dios.

Gracias por perder el corazón por Jesús de Nazaret y por encontrarlo en cada criatura como hermano y hermana.

Gracias por tu docilidad a lo que el espíritu te sugirió, porque no tuviste miedo de dejar atrás seguridades ya adquiridas. Gracias por tu atención a los que considerabas más lejanos a los que considerabas más pobres, gracias por la ternura con la que los querías por la paciencia y bondad con la que te acercabas a ellos y te impregnabas de su cultura.

Gracias por tu delicadeza y también por tu claridad al denunciar las injusticias y los abusos.

Gracias porque parece que escuchamos y vemos el evangelio proclamado por tu vida. Gracias por haber soportado la soledad sin desesperarte.

Gracias por tu deseo de tener hermanos y tu capacidad de soñar.

Gracias por la fecundidad de tus días: muchos de nosotros formamos parte de esa espiga nacida de ti, un grano
de trigo sembrado en la arena del Sahara.

¡Gracias, hermano Carlos!

(Angelo De Donatis, homilía de la misa de acción de gracias por la canonización de San Carlos de Foucauld, 16 de
mayo de 2022)

PDF: Homilía en la misa de acción de gracias por la canonización (16-V-2022) Ángelo de DONATIS