Horeb Ekumene, 378, marzo 2025

Sumario

Editorial:
03- La sociedad consumista y la mirada contemplativa

Ekumene:
05- El Papa invita a los cristianos a un paso decisivo hacia la unidad entorno a una fecha común para la Pascua
07- La Cuaresma, camino hacia la unidad

Horeb:
10- El silencio de Dios
13- Amor, Contemplación, Sobriedad
15- Tierra fértil

Reseñas CEHCF:
17- Carlos de Foucauld de la increencia a la santidad
18- Vivir Nazaret, Un mes con Carlos de Foucauld
20- Calendario pluricultural


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Propuesta de REVISIÓN DE VIDA. Cuaresma 2025, Aurelio SANZ BAEZA

“A través del desierto, nos conduce Dios a la libertad” era el lema de nuestro Papa Francisco para la Cuaresma 2024.

Salir de la esclavitud, y en el camino dejarnos llevar por Dios, aprendiendo de nuestros errores; una vida llena de acontecimientos y de personas que encontramos, o que nos acompañan en nuestro diario Nazaret.
El Señor nos llama en esta Cuaresma 2025 a no evadirnos de las realidades del mundo, del que formamos parte. Salir de la burbuja de nuestras ideas, seguridades… El Señor nos quiere felices, no que seamos vencedores; entregados, y no víctimas; atentos a los demás, no guardaespaldas de nosotros mismos; hijos de la luz, no deslumbrados por nada.

En el tiempo de Cuaresma Dios nos puede empujar a revisar nuestra vida como ser humano en un mundo herido, como creyente en Jesús (miembro de la Iglesia) y, como hermano, en el seno de nuestra fraternidad.

En nuestro mundo

En las situaciones difíciles, que hasta creemos imposibles de resolver, descubrimos nuestra impotencia e incluso nuestra rabia por las graves injusticias que sufre la humanidad, O, al contrario, abordamos con paz las situaciones. “Levanta de la basura al pobre” (1 Sam 2,8), se escribe 1.100 años antes de Cristo. Nos cuesta mucho trabajo mirar el futuro de la humanidad con optimismo. La polarización, como recurso de los poderosos, del dios dinero, llega a la política, la cultura, la Iglesia, el mundo del trabajo, a todos los ámbitos. Desean que estemos nerviosos, crispados, sin pensar o analizar la realidad.

¿Cómo ayudo a los pobres que tengo al lado a levantarse de la basura? ¿Cómo me encuentro en la basura de mi propia casa, de mi interior? ¿Encuentro fuerzas en mi fe, en mí mismo, en mi confianza en los demás, en mi confianza en Dios?

En nuestra Iglesia

Hijos de la luz no es sólo una expresión muy bella. Como bautizados y como sacerdotes estamos llamados a ser hijos y testigos de la Luz. “Todos vosotros sois hijos de la luz, e hijos del día. Nosotros no somos de la noche ni de las tinieblas” (1 Tes, 5,5), pero a veces se apagan las esperanzas, los motivos para ser felices repartiendo la luz que llevamos dentro y la luz del evangelio. Es posible que haya un desgaste, o un desencanto en nuestra vida. La luz de Jesús, el Resucitado, nunca se apaga.

¿Cómo me sitúo en la Iglesia, con las llamadas desde el Sínodo, con la esperanza de una Iglesia renovada? ¿Qué luz recibo desde la Iglesia, mi diócesis, mi parroquia? ¿Tengo alguna lámpara ya inservible, que no da luz en mi vida? ¿Apago la luz de los demás?

En nuestra fraternidad

La fraternidad es el espacio humano para manifestarnos como somos, sin disfraces.
No es un grupo de amigos solteros que se reúnen. La fraternidad nos ayuda a vivir una espiritualidad y una práctica desde las intuiciones de Carlos de FOUCAULD: contemplación, acción, trabajo, entrega a los más pobres, estilo de Nazaret en lo personal y pastoral, vida compartida en los encuentros, en la revisión de vida, adoración y desierto. “Tened un mismo sentir los unos para con los otros” (Rm 12,16a) La fraternidad es una riqueza humana compartida entre sacerdotes llamados a evangelizar. Nuestra fraternidad no es una congregación religiosa, y mucho menos un estilo robótico de pertenencia a un grupo en el carisma de Carlos de FOUCAULD.

¿Qué encuentro en mi fraternidad para ser fiel a la llamada de Jesús? ¿Es para mí una prioridad el encuentro fraterno? Desde mi vida y mis realidades, ¿qué aporto, qué doy? ¿Sé escuchar a mis hermanos, me preocupo por ellos, cómo ayudo? La fraternidad es plural: ¿cómo vivo las diferencias entre unos y otros? ¿Qué me ha cambiado interiormente la fraternidad como hombre y como sacerdote?

Aurelio SANZ BAEZA,
fraternidad de Murcia


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Fraternidad Sacerdotal Iesus Caritas. Aurelio SANZ BAEZA

Un descubrimiento: el hermano Carlos

Un día leímos algo sobre Carlos de FOUCAULD. De alguna manera nos llamó la atención su forma de vivir el evangelio. Fuimos descubriendo cómo su testimonio de vida fue realmente sorprendente. A través de los libros de René VOILLAUME, de Carlo CARRETO, de Jean-François SIX, o Arturo PAOLI, una línea de espiritualidad y de acción se abría ante nosotros. Pudo ser la palabra o la invitación de algún compañero para participar en un retiro de oración, a una reunión de otros sacerdotes, o un artículo de alguna publicación donde se hablaba de un hombre enamorado de Jesús, que cambió su vida de rico para ser pobre; un hombre con un sentido de fraternidad universal y lleno de Dios, o unos hermanitos y hermanitas, o sacerdotes, que seguían un estilo de ser cristianos desde lo sencillo, el trabajo, estar con los pobres sobre todo, hombres y mujeres encarnados en la realidad de su entorno. Quizá en la época de estudiantes nos llamó la atención que, entre tanta teología, había una manera directa de conocer a Jesús, desde un hombre que, sin ser de nuestro tiempo, se adelantó al Vaticano II y tuvo unas intuiciones que más adelante se hicieron realidad, en su vida y en la vida de muchos cristianos que contemplamos este mundo como una maravillosa obra de Dios, donde los seres humanos debemos vivir la fraternidad universal. Somos sacerdotes diocesanos y llamados a ser Iglesia, sin rasgos sectarios o de elegidos especiales para algo glorioso: llamados a ser también hermanos universales.

La espiritualidad de Nazaret

El hermano Carlos quizá nos abrió un camino distinto en la fe; no el único, pero sí al que Dios nos llama a cada uno, tal y como somos, sin la frustración de no ser de otra manera, mejor o más perfecta. Esto no nos hace estar por encima de otras formas de espiritualidad, sino acercarnos a Jesús allí donde está, en convivencia con quienes tenemos cerca, en donde vivimos, con quienes nos encontramos cada día. Nazaret es estar con la gente, no vivir al margen de nadie. Nazaret es trabajar como uno más, o estar enfermo como otro enfermo, o ser jubilado como tantos jubilados. Es sonreír con quienes ríen y llorar con los que lloran. Sin empatía no podemos entender qué es Nazaret y entender qué nos traen los acontecimientos sencillos o lo pequeño de cada día. A veces a los sacerdotes nos cuesta trabajo vivir en ese estilo, o tener una actividad pastoral sin pensar en el éxito; el clericalismo está muy lejos de Nazaret, como lejos está Nazaret del templo de Jerusalén… Por eso no tenemos que sentirnos fracasados si acude poca gente a las reuniones de la parroquia, o en el templo hay mayoría de personas mayores o muy poca afluencia de creyentes. Vivir Nazaret es llevar a Jesús de vecino en el barrio, el pueblo, la calle, donde se reúne la gente, en los hospitales, la cárcel, los centros de acogida, participar de las esperanzas de los refugiados o desplazados. Puede ser difícil de entender si queremos conservar nuestras seguridades personales o posibles privilegios sociales.

El Mes de Nazaret nos ayuda, al menos una vez en la vida, a vivir en fraternidad este espíritu del hermano Carlos, profundizando en su vida y su legado, compartiendo nuestras vidas y realidades al orar juntos, trabajar en algo manual – sin jugar a ser obreros por un día – , revisando nuestras vidas, alegrías y fracasos, dando al desierto su tiempo, como búsqueda y encuentro con el silencio de Dios, haciendo juntos las tareas de cualquier hogar, aunque en este caso sea un hogar de solteros. En el Mes de Nazaret hacemos nuestro compromiso en la fraternidad, que es compromiso a vivir el evangelio y seguir a Jesús, donde él nos ponga.

Una entrega a los más pobres

Rompiendo esquemas de tradición familiar y social, Carlos de FOUCAULD, después de sus búsquedas de Dios, optó por ser pobre como Jesús. Cuando uno se enamora quiere escuchar el corazón de la otra persona. El hermano Carlos se identificó con su Bien Amado Jesús yendo hacia los más abandonados.

Dice Florencio ROSELLÓ, arzobispo de Pamplona, España, en la Jornada Mundial de los Pobres 2024: “En esta Jornada de los Pobres me surge siempre una duda: ¿cuando hablamos de los pobres, en quién pensamos? A veces veo que son gente dependiente de mi “limosna”, gente dependiente de mi actitud, gente que está por debajo de mí, que me mira hacia arriba, y yo le miro hacia abajo. Me siento superior a él, y eso me molesta. Siempre he querido tratar a los pobres de igual a igual, mirarle a los ojos, porque estoy a su misma altura, no de arriba abajo, como si yo fuese el bueno y él…piense usted lo que quiera”. Igual nuestro Papa Francisco insiste siempre en esto, y, aún más, hay que tocar al pobre, darle la mano, o abrazarlo, que no nos dé repugnancia, ni pensemos que nos vamos a manchar.

Carlos de FOUCAULD fue más allá: hay que estar con ellos, vivir con ellos, según su estilo, sin diferenciarnos por nuestro status religioso que a veces es clasista y clerical, hasta incluso si somos de la clase media. Los pobres no entienden de títulos universitarios: entienden a quienes son como ellos, y se acercan sin tener miedo o prejuicios. Hay muchas formas de pobreza a nuestro alrededor, y no sólo la pobreza material: pobres que no tienen un corazón libre, pobres que carecen de amistad, pobres saturados de tecnología y faltos de humanidad… Vivimos muchas veces en medio de ellos, y no hace falta ir muy lejos. Países pobres con deuda externa – y eterna – con Occidente, inmigrantes en malas condiciones: todos los rechazados por la riqueza. ¿Cómo ser coherentes en nuestro estilo de vida con un mundo lleno de injusticias? La fraternidad nos hace ver también la pobreza de nuestras propias miserias.

Compartir la fe y la vida

La vida de una fraternidad sacerdotal Iesus Caritas es la vida de unos hombres creyentes que siguen a Jesús y se ayudan a ser fieles al evangelio. En el encuentro de cada mes – en la fraternidad local – ,en el retiro anual o trimestral, en las asambleas, y en la vida de cada día, allí donde uno está, se renueva ese encuentro con Jesús en la adoración, el tiempo de silencio y contemplación de la Eucaristía, sin prisas. Jesús, que nos mira y nos acoge. Jesús, que nos escucha y comparte nuestro silencio y nuestros ruidos. Para que haya amistad con Jesús, tenemos que acercarnos a él. El hermano Carlos y los grandes orantes a través de la Historia nos dan testimonio de esta amistad profunda con Dios.

Y en el desierto, otro tiempo prolongado de estar a la escucha, la amistad se fortalece, como se fortalece el amor hacia la persona que echamos de menos porque no está a nuestro lado. No vemos a Dios, pero lo sentimos, porque él nos está buscando.

Puede ser que nos dé miedo la soledad, o encontrarnos con nosotros mismos, con nuestra realidad vulnerable. En la Oración de Abandono decimos “con infinita confianza”… Cuando hay confianza, se van los miedos. Para el desierto no necesitamos prácticamente nada: sólo nosotros. No necesitamos un templo o una capilla, ni libros, ni Biblia, ni un paisaje agradable o con comodidades: hay que salir hacia donde Dios nos conduzca. Silencio…

La vida de fraternidad es compartir la vida, tal y como es, en cada encuentro, especialmente en la revisión de vida. Carlos de FOUCAULD no revisaba su vida porque no tenía una fraternidad de cristianos como él. Ahondando en la amistad con la gente con quien vivió, animado por la dirección espiritual del P. Henry HUVELIN, desde la distancia entre Francia y Argelia, y antes en sus diversas etapas de búsqueda, el hermano Carlos tuvo una permanente revisión de vida, en la oración, en sus cartas, que le llevó a no estar cómodo e instalado en unos planes ya hechos: siempre estuvo abierto a la realidad de la vida y de las circunstancias. En la fraternidad vivimos la revisión de vida como un medio para el crecimiento interior, escuchando y siendo escuchados, Es necesaria la confianza mutua, la aceptación de los demás, con su forma de ser, a veces con ideas distintas sobre la Iglesia y la sociedad. El diálogo, el encuentro en clima de oración, hacen caer prejuicios y juicios hacia los demás. Por eso es imprescindible, para una verdadera revisión de vida, la transparencia del interior de cada persona. No hay que revisar actividades pastorales, hay que revisarse a uno mismo. Los demás nos ayudarán. Y, sobre todo, sentirnos en libertad, sin puertas cerradas.

En el proyecto de Jesús

La fraternidad sacerdotal Iesus Caritas es una pequeña parte del conjunto de la Iglesia de Jesús, una pieza más del todo por el cual vivió Jesús: ovejas responsables de otras ovejas que no miran desde el poder. Nos sentimos en comunión con el Papa Francisco, que tiene a San Carlos de FOUCAULD siempre presente en sus encíclicas, y queremos ser Iglesia en salida, en las periferias, para seguir descubriendo a Jesús y trabajando por su Reino, necesitados de los demás y al servicio de los que no son protagonistas de éxito. Evangelizar siendo contemplativos y dejarnos evangelizar.

Aurelio SANZ BAEZA,
fraternidad de Murcia, España

(Gracias, Quico, por los dibujos)


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Horeb Ekumene, febrero 2025

SUMARIO:

EDITORIAL
04 – La Eucaristía prolongación de la encarnación

EKUMENE
06 – Jornada abierta con el arzobispo cardenal de Rabat, en Bilbao
08 – Peregrinos y sembrador de esperanza. 29º jornada de la vida consagrada

HOREB
10 – Vivir nuestra misión como fuente de plenitud
14 – Meditando los escritos de Carlos de Foucauld
15 – Camina Jesús en su incansable caminar
17 – La era contemplativa. Nueva era e mistica cristiana
19 – Calendario pluricultural


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Mensaje de Año Nuevo 2025, Carlos Roberto

A los hermanos de la Fraternidad en las Américas

Finalizando el año 2024, es momento de mirar lo que vivimos y cómo vivimos, de corregir lo que no funcionó y planificar una mejor manera de vivir, de ser felices, de ser testigos de nuestra fe y colaborar en la construcción de un mundo justo y fraterno.

Algunas preguntas a hacerse: ¿Gastamos nuestra vida para hacer que el mundo nuevo suceda, donde prevalece el proyecto de amor, paz y justicia que nuestro amado hermano Jesús nos pide? ¿Colaboramos con fidelidad en la organización, participación y dinamismo de nuestras fraternidades, presentes en los diversos países de nuestra querida América? ¿Hemos sido solidarios con los presbíteros que están en nuestra fraternidad local, y con el presbiterio del que formamos parte? Cada uno hará su propia evaluación.


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Horeb Ekumene, 376, enero 2025

Los líderes de las Iglesias piden que la tregua entre Israel y Hezbollah se extienda a la Franja de Gaza

“En medio de estos días oscuros, de conflictos constantes e incertidumbre en la región, nosotros, los patriarcas y jefes de las Iglesias de Jerusalén, nos mantenemos firmes en proclamar el mensaje eterno de Navidad, de la Verdadera Luz que brilla en la oscuridad: el nacimiento de Nuestro Señor Jesús en Belén.”

Es el mensaje conjunto de los patriarcas y jefes de las Iglesias de Jerusalén para estas Navidades. En el contexto de la guerra en Gaza y el alto el fuego en el sur del Líbano, el mensaje anima a honrar al Niño Dios trabajando por la paz y la reconstrucción, y pide el retorno de los cautivos y la devolución de lo injustamente incautado.

«Damos gracias al Todopoderoso por el reciente alto el fuego entre dos de los bandos en conflicto en nuestra región, y pedimos que se extienda a Gaza ya muchos otros lugares»

El mensaje también recuerda que, a pesar de las guerras e injusticias, “el nacimiento santo de Nuestro Señor Jesucristo desató una revolución espiritual que sigue transformando numerosos corazones y mentes hacia los caminos de la justicia, la misericordia y la paz”.


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