Carta de Adviento 2018, hermano responsable

Queridos hermanos,

en este día de la fiesta de nuestro hermano Carlos iniciamos el Adviento: las semanas de esperanza que son un reflejo de toda la esperanza de la humanidad. Nuestra humanidad, en una crisis permanente, una crisis humanitaria en muchos aspectos, nos duele a todos, y no podemos ocultarla en nuestra Iglesia ni permanecer indiferentes. Las celebraciones con nuestras comunidades, la oración personal, la vida en la fraternidad, sean de cercanía a esa parte de humanidad que vivimos en nuestros lugares y en aquellos que están lejos. El Adviento nos motiva a escuchar la voz que clama en el desierto de todos los que alzan su voz por la supervivencia, sus deseos de paz, de trabajo, de libertad. La humanidad sigue esperando una liberación; los pobres que esperan salvación, los amenazados por la guerra, los desplazados buscando un lugar seguro… Son millones de personas en esta situación. Para ellos también se anuncia Jesús, y nosotros, como misioneros, debemos anunciarlo.

La Iglesia vive un momento difícil por la crisis que provoca la denuncia de los abusos a menores, y el papa Francisco está respondiendo con humildad y valentía ante el mundo. Esto es un testimonio de búsqueda de la verdad. Francisco también es testigo de la verdad.

Estamos preparando nuestra asamblea mundial 2019. Somos llamados a reflexionar sobre nuestra identidad como presbíteros diocesanos misioneros en el carisma de Carlos de FOUCAULD. Es una tarea de todos los hermanos, apoyando a los responsables regionales, orando por todos los hermanos del mundo, por las fraternidades que se inician y por las que envejecen.

UNA HUMANIDAD EN CRISIS

Todos los días recibimos malas noticias de hombres y mujeres, niños, jóvenes y ancianos, que sufren por causas que no siempre están claras para la opinión pública y los medios de comunicación. Sabemos que depende muchas veces de los intereses ocultos de potencias económicas y de los gobiernos que ocultan realidades muy duras en sus países, incluso si éstos pertenecen al “Primer Mundo”. Las víctimas de las guerras, de la violencia, del narcotráfico, de la hegemonía del hombre sobre la mujer en muchas culturas, las víctimas de la pobreza, claman en este desierto, donde abundan las voces pidiendo justicia. Voces que se mezclan con otras que buscan venganza, o las de “aquí no pasa nada”, o “que vuelvan a su país”. Nosotros también tenemos una voz: la voz de Jesús, el anunciado por los profetas. Una voz que debe nacer de nuestra fe, nuestra vocación misionera, en ese estilo de Nazaret que es estar con las personas de nuestro pueblo o ciudad, con los más humildes de ellos, porque sólo los humildes nos enseñan a ser humildes. El hermano Carlos descubrió a Jesús en medio de la gente sencilla: aprendamos de él.

UN ADVIENTO QUE NOS INVITA A SER RECEPTIVOS

Este tiempo de Adviento es una invitación a escuchar, a parar el tiempo del reloj y, en actitud contemplativa, estar a la escucha de la Palabra, del silencio de Dios en la adoración, y escuchar a los hermanos: los hermanos de la fraternidad, los hermanos sacerdotes de nuestro presbiterio diocesano que, a veces, nos cuesta tanto escuchar y aceptar porque los prejuicios matan el diálogo y el encuentro; la gente que acude a nosotros buscando respuestas a sus problemas, o quienes comparten con nosotros el trabajo pastoral, social o, sencillamente, como vecinos. Abramos la puerta, dejemos el mejor sitio de nuestra casa a quien busca, y no nos acostumbremos a una dinámica de buenos consejos y palabras fáciles. Mostrar nuestra pobreza, nuestras limitaciones para arreglar “máquinas dañadas”, corazones heridos, es dejar a Dios hacer. Él sí que es imprescindible. Él sí que sana. Jesús no es indiferente a nada, y en este Adviento nos anima a abrir el corazón y dejarnos inundar por el amor de Dios y el amor de la gente. Recobremos la alegría de seguir a Jesús y ayudemos a muchas personas tristes a transformar su fracaso en triunfo, a quererse a sí mismas un poco más.

UNA IGLESIA QUE SUFRE

Todos estamos sufriendo las consecuencias de los abusos a menores ocultados en muchas diócesis del mundo. La Iglesia pierde credibilidad, garantías, etc. Podríamos decir que siempre ha ocurrido así, que eso era inevitable… No seríamos fieles a la verdad. Sabemos que esta crisis abierta aún no se ha cerrado. Nuestro papa Francisco está sufriendo también por todo ello, y está dando ante el mundo la cara, pidiendo perdón en nombre de los que hicieron daño, escuchando, abriendo caminos de solución para una justicia en bien de las víctimas, y este hombre merece nuestro apoyo. Vivamos en comunión con el papa Francisco, con enemigos en su propia Iglesia, pero con el respaldo de toda la gente de bien, sean creyentes o no, que ven en Francisco un profeta de nuestro tiempo, un hombre coherente que, a pesar de ser “jefe de Estado”, es un ser humano sensible al sufrimiento de la humanidad. Yo estoy seguro de que, de toda esta crisis, saldrá algo muy positivo para la vida de la Iglesia y el anuncio del Reino. Unamos nuestra oración para hacer fraternidad con el papa, allí donde estemos.

EL 1 DE DICIEMBRE

Hace 102 años Carlos de FOUCAULD se puso definitivamente en las manos del Padre. Hoy es un día para dar gracias a Dios por él, por lo que nos transmitió con sus intuiciones, por la misión que realizó junto a la gente que fueron sus vecinos, por sus sueños de loco. El hermano Carlos nos ha ayudado en nuestra vocación y nuestra espiritualidad a vivir la amistad con Jesús y con la gente, en el Nazaret que cada uno vivimos, con nuestra edad y ganas de vivir, en el silencio y en el anuncio. Es un regalo de Dios que merece nuestra acción de gracias continuamente. Tengamos un tiempo para valorar este regalo: pongamos en la adoración de este día ante Jesús todo lo que nos ha llegado de Carlos de FOUCAULD que, probablemente, no sean tanto sus escritos espirituales cuanto su testimonio de vida, de amor, de abandono, de confianza y generosidad.

Hagamos la Oración de Abandono aunque nos cueste aceptar que nos queda mucho aún para hacerla nuestra completamente.

NUESTRA ASAMBLEA MUNDIAL

Desde el 15 al 30 de enero de 2019 celebraremos nuestra Asamblea Mundial de la fraternidad en Cebu, Filipinas. El tema central es profundizar en nuestro carácter de presbíteros diocesanos misioneros en el carisma de Carlos de FOUCAULD. Todo lo referente a la asamblea está anunciado en nuestra página iesuscaritas.org

En la barra verde de inicio se encuentra el cuestionario preparatorio, programa de la asamblea, la hoja de inscripción… Hasta ahora son pocas las inscripciones recibidas y sólo un continente (América) ha presentado las respuestas al cuestionario, así como algunas fraternidades regionales. Es conveniente que no dejemos para el último momento estas tareas. Ánimo con todo. Yo sé que todos estamos muy ocupados y tenemos poco tiempo. Hagamos un esfuerzo. Me llena de alegría recibir correos con inscripciones y respuestas al cuestionario, y comprendo las dificultades que esto supone para algunas fraternidades.

A la asamblea vendrán todos los responsables regionales o delegados, anteriores responsables internacionales y los responsables continentales. Algunos de nuestros hermanos no pueden pagar sus viajes, por las situaciones de su país. La fraternidad mundial se hace cargo de estos gastos en la medida de lo posible, pero actualmente es muy difícil poder llegar a cubrir todas las necesidades. Algunas fraternidades de Europa y América han respondido pagando el billete de un hermano de África, de la propia América… Gracias. Os pido a las fraternidades vuestra disponibilidad para ayudar en su viaje a hermanos de Haití, Burkina Faso, República Centroafricana, Tchad, Congo, Camerún, Ruanda, Madagascar, Pakistán, India, Bangla Desh, que aún no tiene su billete de avión. Es un esfuerzo importante que hará posible la presencia y participación de estos hermanos en Filipinas.

Gracias a los hermanos filipinos por todo el trabajo en el lugar para hacer posible la asamblea, y confiemos en la buena voluntad de todos los hermanos del mundo en demostrar que la fraternidad es algo más que un grupo de sacerdotes, una forma de espiritualidad: es compartir lo que tenemos. Gracias.

Nuestro próximo hermano responsable, que elegiremos en Cebu, y su nuevo equipo nos ayudarán a seguir haciendo posible la fraternidad desde nuestras realidades y sueños.

UN PASO HACIA LA NAVIDAD

En estas semanas de preparación a la Navidad vamos a disponer el mejor lugar de nuestra vida al que llega para quedarse. Los ángeles anunciaron a los pastores la Buena Noticia, y nos anuncian muchas alegrías. Hay ángeles que nos llaman a la puerta, o por teléfono, o en la calle, y que nos dicen, a veces sin saberlo, que Dios está junto a nosotros. Hay rostros que nos hacen ver a Jesús en el hospital, en la cárcel, en los lugares de acogida de los refugiados. Ángeles en las personas de nuestros hermanos enfermos o muy mayores, que lo han dado todo por la Iglesia, por la fraternidad, por los pobres. Rostros de las personas anónimas que hacen el bien sin esperar nada a cambio. Los ángeles de la gente sencilla de nuestras parroquias que nos ayudan en la pastoral, o con su presencia en las celebraciones, o nos ofrecen lo mejor que tienen de su cercanía y amistad. Son ángeles sin alas, pero con una voz que nadie puede silenciar.

Con la esperanza en este Adviento de un mundo mejor, una Iglesia libre de tristezas del pasado, una fraternidad de hermanos que trabajan en las tareas del Reino, un mundo renovado por el esfuerzo por la paz, por los Derechos Humanos, contra todas las desigualdades, mi deseo de una Navidad llena de Dios, de Jesús hermano y amigo. Un gran abrazo.

Aurelio SANZ BAEZA, hermano responsable

Perín, Cartagena, Murcia, España, 1 de diciembre 2018,
fiesta del bienaventurado Carlos de FOUCAULD

PDF: Carta de Adviento 2018, hermano responsable, esp

Carta a Gianantonio, 28 agosto 2018

Querido hermano,
esta mañana has celebrado tu Pascua y el Señor te ha acogido en sus brazos como hijo muy querido. Hemos rezado mucho por ti, y nuestra plegaria no ha sido en vano. Estás en el mejor sitio de los bienaventurados, tú, que durante 57 días te quitaron la libertad en el secuestro en Camerún, tú, que no has perdido la esperanza en este año de enfermedad, nos has dado a todos muestras de paz y de confianza. “Con infinita confianza…” Tú, que has hecho vida la Oración de Abandono, como hizo Carlos de FOUCAULD. Tú, hermano querido por todas las personas a quienes has servido, tratado, trabajado… tengo que darte las gracias por el testimonio tan valioso de tu vida, donde no te has rendido ni has dejado a otros la misión que el Señor te confió.

Me duele mucho tu adiós, pero sé que es temporal. Nos encontraremos en la fraternidad de los hijos de Dios y recordaremos la campaña de oración en cadena en todo el mundo por tu libertad estando secuestrado con Gilberte, a quien tuve la gran alegría de visitar en Montreal, y me enseñó los objetos que tenía durante el secuestro, y Giampaolo, tu compañero misionero en Camerún. Recuerdo con alegría la noticia de vuestra liberación. Sonaron las campanas de muchas iglesias en España, en Italia, en tantos lugares, en aquella Pascua de 2014. Tu secuestro nos movió a contemplar la falta de libertad en la humanidad, en los pueblos oprimidos, en los pobres más pobres, la bota del poderoso que aplasta al humilde, la manipulación de las vidas de seres humanos por intereses comerciales y del poder que no da la cara, sólo a través de sus portadores del hacha de guerra… Pero el ser humano y sus derechos, como tantas veces repite el papa Francisco, está por encima de toda ideología.

Tu fraternidad italiana, tu familia, tu diócesis de Vicenza, tus amigos en Camerún, te van a echar de menos, y todos los hermanos de la fraternidad sacerdotal te tendremos como un referente de misionero comprometido, valiente, hombre de Dios que deja huella para animarnos a seguir trabajando por el Reino y su justicia. Giampaolo, tu compañero de misión en Camerún, seguirá sembrando la semilla de ese Reino que crece desde lo pequeño e insignificante en nuestro mundo.

Tuve la gran alegría de conocerte personalmente en Castelfranco, Italia, en 2015, y en Rudy, Polonia, el verano pasado, compartiendo contigo la asamblea europea de la fraternidad. Algo me decía que debías cuidar tu salud, y así te lo expresé. A través de estos últimos meses nos hemos comunicado y he seguido tu proceso con preocupación. Hoy doy gracias al Señor por tu vida, por cómo has ido superando las pruebas con esa calidad humana tuya que me enseña a valorar lo negativo de la vida, sabiendo que si el grano de trigo no muere, no da fruto. Como el hermano Carlos, lo has dado todo por los más desfavorecidos, y eso me llena de alegría, a pesar del dolor de la separación. De todo aquello que consideramos doloroso, estoy seguro que surge algo nuevo, inesperado, positivo y bueno para nosotros y para los demás. Gracias por enseñarme a tener paciencia y paz.

Pide por nosotros ante Dios, que hoy te colma de gracia y de amor.

Te recordaremos siempre.

Aurelio SANZ BAEZA, fraternidad sacerdotal Iesus Caritas,
hermano responsable

Perín, Cartagena, Murcia, España, 28 de agosto 2018, martirio de San Juan Bautista

Nota biográfica:

Gianantonio ALLEGRI, miembro de la fraternidad sacerdotal Iesus Caritas. Nace en 1957 en Pievebelcino (Vicenza, Italia) Sacerdote en 1982. Vicario en algunas parroquias del Vicentino. Desde 1991 a 2001 trabajó como fidei donum, misionero en Camerún. Regresó para el ministerio de párroco en Magré di Schio hasta 2013. Vuelve a Camerún y es secuestrado por Boko Haram durante 57 días, con sus compañeros, la hermana Gilberte BOUSSIÈRE, de Quebec, y Giampaolo MARTA de su misma diócesis de Vicenza. Tras su liberación regresa a la diócesis y fue párroco de Santa Maria Bertilla en Vicenza.

En la mañana de hoy llegó a los brazos del Padre después de luchar contra el cáncer durante un año.

PDF: Carta a Gianantonio, 28 agosto 2018, esp

Carta de Pascua de Jean-François y Aurelio, Perín, 23 marzo 2018

Queridos hermanos,
os escribimos desde Perín, España, donde nos hemos reunido para preparar la Asamblea Mundial de la fraternidad sacerdotal Iesus Caritas en Cebu, Filipinas.

Estamos cerca de la Pascua, aún con frío, pero en primavera.

Hemos realizado la Carta de Convocatoria para esta asamblea, y junto a los 56 delegados o responsables que participarán, todos los hermanos de Iesus Caritas están implicados. Teniendo en cuenta la coyuntura de la vida del mundo y de la Iglesia, que subraya la actualidad de la espiritualidad de Carlos de FOUCAULD, por una parte la evolución del mundo: los cinco continentes son cada vez más interdependientes, el gran movimiento migratorio, la degradación del planeta se acentúa, mayores diferencias entre ricos y pobres, los conflictos locales con repercusión internacional (Siria, Yemen…), el dios dinero con tanto poder… Vemos a muchos países replegarse sobre sí mismos, con el proteccionismo y al mismo tiempo la desconfianza de unos y otros.

La evolución de la vida de la Iglesia: el papa Francisco, mirando esta situación mundial, nos presenta los desafíos en la misión de la Iglesia. En la exhortación apostólica Evangelii Gaudium llama a toda la Iglesia a retomar una dinámica de evangelización, centrados en Cristo, y saliendo al encuentro del hombre, particularmente a los más pobres, a las periferias. En Laudato si, nuevamente, nos pide movilizarnos en torno a la figura de Francisco de Asís para practicar una feliz sobriedad y una solidaridad con los más frágiles de nuestro mundo. Sentimos en nuestras comunidades y diócesis la resistencia a este movimiento de conversión a la que nos llama el papa Francisco. Nosotros, sacerdotes en fraternidad, discípulos del hermano Carlos, debemos comprometernos en esta situación motivados por las intuiciones de Carlos de FOUCAULD: gritar el evangelio con la vida, ser presencia del evangelio en el corazón del mundo que no conoce a Cristo; las llamadas a ser hermanos universales y hacer posible en nuestras comunidades una dinámica de salida y de diálogo; llamada a vivir la espiritualidad de Nazaret, es decir, la pobreza, la oración y la cercanía con los pobres. Por tanto, no ser una Iglesia narcisista que se mira sólo a sí misma.

En nuestra asamblea de Cebu, Filipinas, tendremos presente esta triple fidelidad: a Cristo, al hermano Carlos, al papa Francisco. Por eso es tan importante que cada hermano ponga de su parte en esta asamblea, por la oración asidua pidiendo la intercesión de Carlos de FOUCAULD, la comunión fraterna entre nosotros, por la comunicación de unas fraternidades y otras de todos los países… Para eso tenemos un medio de comunicación que es la página iesuscaritas.org Os invitamos a enviar vuestros artículos, reflexiones, noticias…

Gracias por todos los esfuerzos para preparar bien nuestra asamblea mundial, con el trabajo del Cuestionario de Filipinas, y por colaborar económicamente para ayudar en los viajes de hermanos que no pueden hacer frente a este gasto.

En estos días de trabajo hemos participado de la vida de muchas personas, de situaciones humanas agradables y otras más complicadas; hemos vivido la oración y la eucaristía pidiendo por todos vosotros y especialmente por Gianantonio, de Italia, operado de su cáncer en estos días.

Que la alegría de la Pascua nos salga de un convencimiento pleno de que Jesús está vivo en las personas, situaciones que nos rodean, en los movimientos del mundo a favor de los derechos del hombre y de la mujer, de tantos corazones buenos que encontramos cada día.

Un abrazo grande y fraternal.

Jean-François y Aurelio

Perín, Murcia, España, 23 de marzo 2018

PDF: Carta de Pascua de Jean-François y Aurelio, Perín, España, 23 marzo 2018, es

Carta de Aurelio a los hermanos americanos, 2 marzo 2018

Queridos hermanos,

ha sido un gran gozo participar en la II Asamblea Panamericana de la fraternidad en Santo Domingo y compartir la vida y preocupaciones, las esperanzas y realidades de los hermanos presentes y de los ausentes. Junto con Mark, como equipo internacional, he sentido la universalidad de la vida de la fraternidad y el espíritu de Carlos de FOUCAULD tanto en los trayectos de vidas como en las respuestas a los desafíos de nuestro tiempo.

Gracias por todo lo que se ha trabajado, antes y durante la asamblea. Valoro el esfuerzo de todos: los responsables de cada país preparando las respuestas a los cuestionarios, el trabajo de Fernando con la coordinación, los hermanos dominicanos con la preparación de la asamblea y hacer que estuviéramos como en casa… Nuestro hermano Francisco, arzobispo de Santo Domingo, con su hospitalidad y cercanía… Nuestro hermano obispo Rafael, con su testimonio de fidelidad a la fraternidad y al pueblo… Son muchos los motivos para estar agradecidos.

Desde cada persona, los hermanos, la comunidad de hermanas carmelitas y los trabajadores de la casa donde estábamos, el trabajo de Raisa, la gente que conocimos en las parroquias y comunidades, se recibe un don. Es el ser humano que nos da lo mejor de sí mismo. Cuando vamos por la vida de peregrinos, cuando salimos de nuestro “yo” para encontrarnos con el “otro”, y nuestra actitud no es estar a la defensiva, sino de recibir y ser acogidos, sin juzgar, sin prejuicios, se hace posible la fraternidad, y se crea ese momento contemplativo de entre las personas, que es más profundo aún cuando hace tiempo que no nos hemos visto. Por eso, la gran alegría de encontrar de nuevo a hermanos y fundirse en el abrazo fraterno.

Gracias a Carlos Roberto y Eleuterio por sus dos ponencias tan interesantes e interpeladoras. Nos han ayudado a tener una opinión más justa, a profundizar en las llamadas desde la Biblia y la Laudato si del papa Francisco hacia la realidad del mundo de la migración y de la ecología, en el cuidado de la casa común. Esto ha supuesto una toma de conciencia sobre los desafíos que se presentan no sólo en América sino en todo el mundo. Nuestro hermano Carlos tuvo esa conciencia desde su viaje a Marruecos, como científico, y aprendió de la gente sencilla cómo valorar lo que se tiene, cómo valorar al extranjero; por qué su fe, su cultura, su color o pensamiento nos interroga, ya que es distinto a nosotros. El mensaje de fraternidad universal de Carlos de FOUCAULD queda una vez más en el presente, en nuestros “presupuestos” pastorales y personales.

Los tiempos de oración, en la adoración, en la celebración de la eucaristía, creo que nos han ayudado no sólo a pensar, sino a trabajar en equipo y hacer entre todos un buen trabajo que ayude a todos los hermanos de América.

Echamos de menos a los hermanos de México, pero valoramos sus aportaciones en el cuestionario. Nos sentimos cerca de Douglas, en Venezuela, que está intentando dar a conocer la fraternidad en su país, contactando con sacerdotes motivados por Nazaret y el estilo misionero del hermano Carlos.¡Bravo, Douglas! Y mucho ánimo a la fraternidad de Argentina en la preparación del Mes de Nazaret en el próximo julio.

Hoy escribo con el dolor y la preocupación por los ataques terroristas en Burkina Faso. Todo el día estoy pendiente de noticias. Me duele mucho que se ataque a cualquier persona, y más aún a un país que amo tanto. Pido oraciones.

Y le pido a Dios y a su Madre que nos bendigan, que ilumine con su Espíritu nuestras vidas, nuestras comunidades, nuestras familias. Que sepamos mirar a Jesús en la adoración con confianza plena de amigo, que escuchemos al Señor en el desierto, con sus largos silencios y esperas -los de Él, a la búsqueda de nosotros-, que pongamos nuestro corazón en la revisión de vida, como un libro abierto, real, no de ciencia ficción o de historia, que sean los más abandonados quienes nos motiven en el camino del Evangelio.

Un gran abrazo transoceánico.

Aurelio SANZ BAEZA, hermano responsable

Perín, Cartagena, España, 2 de marzo 2018

PDF: Carta de Aurelio a los hermanos americanos, 2 marzo 2018, esp